Donostia. El PSE de Donostia ha organizado una consulta entre sus bases con el fin de conocer su opinión sobre el futuro que debe decidir el Ayuntamiento para el edificio del Bellas Artes. Los afiliados y simpatizantes podrán expresar su opinión en las tres casas del pueblo de Donostia el próximo jueves 6 de febrero, entre las 10.00 y las 19.00 horas.

El portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento, Ernesto Gasco, manifestó que la decisión de las bases "será vinculante" por lo que su grupo político se posicionará en el Pleno en el sentido que dicte el resultado de la consulta. Los votantes deberán elegir en dotar de una protección de grado B al edificio - un nivel superior al otorgado por el Gobierno de Bildu, que obligaría a mantener intactas las fachadas del edificio para destinar su interior a algún tipo de infraestructura cultura- o dictar un grado D, que permitiría la construcción de un hotel, o cualquier otro edificio, con un aspecto similar al actual cinematógrafo sin uso. "Se trata de conocer si es preferible apostar por una mayor protección para garantizar su estado actual o si, por el contrario, se permite su derribo y conversión en hotel manteniendo la imagen externa", dijo Gasco.

El portavoz socialista recalcó que la puesta en marcha de esta consulta "es una apuesta por la participación, una nueva fórmula de impulso en la toma de decisiones por parte de la ciudadanía". Asimismo, añadió que "Bildu, que tanto se llenó la boca con promesas de participación, no ha hecho nada al respecto salvo proponer una consulta para romper San Sebastián", en alusión a la pregunta ciudadana celebrada en Igeldo y en la que se basó la Diputación para decretar la conformación de un nuevo municipio.

Gasco recordó que el Plan Especial de Patrimonio Urbano Construido (Peppuc) no se aprobará en el Pleno de este mes, sino en el siguiente, ya que los grupos de la oposición se negaron a posicionarse sobre la protección del Bellas Artes hasta no contar con informes económicos que digan cuánto le puede costar a la ciudad proteger el edificio ya que su propietaria, la empresa Sade, ha anunciado que reclamará una indemnización por no poder construir el hotel proyectado.