Donostia. Cerca de 2.500 hogares donostiarras han pagado el primer trimestre del año casi el doble que en años anteriores por la tasa correspondiente a la basura por no haber facilitado la lectura de su contador de agua. La situación es consecuencia, por un lado, de la normativa existente respecto a la tasa de agua y, por otro, del nuevo sistema variable que se aplica desde este año en la de recogida de residuos.

El Ayuntamiento donostiarra ha empezado en 2013 a aplicar una tasa variable para las basuras, con intención de que quien más residuos genere, pague más. Y para saber quién produce más, decidió tomar el consumo de agua como referencia, asumiendo que en los hogares en los que se consume más agua viven más personas y, por lo tanto, generan más desperdicios. Así, la tasa de basuras para este año consta de un importe fijo de 71,99 euros al año, al que se suman 0,34 euros por metro cúbico de agua consumido. Según los cálculos del Consistorio, con esta fórmula el 70% de los hogares pagarán este año lo mismo o menos que el año pasado por este concepto.

El problema, sin embargo, surge en los hogares que no han facilitado la lectura de su contador de agua. La normativa actual (vigente desde hace unos quince años) establece que en esos casos se contabilicen 540 metros cúbicos de agua anuales, cuando la media de los hogares donostiarras es de unos 120 metros cúbicos. Con esta medida penalizadora el Ayuntamiento busca que todos los hogares faciliten la lectura del contador, según explica el delegado de Hacienda, Jabi Vitoria. Añade que los técnicos pasan cuatro veces al año por los domicilios donostiarras para registrar el consumo y, cuando no encuentran a nadie en casa, dejan una nota para que se pueda dar la lectura con una simple llamada de teléfono. "Que no se facilite el consumo no es bueno para la ciudad", considera Vitoria, que explica que la factura del agua se gira siempre sobre un consumo real, no estimado: eso significa que si no hay lectura, no se cobra.

El grupo municipal del PNV está de acuerdo con esta penalización para conseguir que todos los hogares faciliten su consumo de agua. Sin embargo, el edil jeltzale Iñaki Gurrutxaga criticó ayer que el efecto de esa penalización es "exagerado" cuando se aplica también a la basura, una tasa bastante más cara que el agua.

Así, esos 2.500 hogares que no han facilitado su lectura (suponen menos del 3% del total de viviendas de la ciudad) y a los que se han aplicado esos 540 metros cúbicos de consumo pagarán este año unos 250 euros por los residuos, en lugar de los 120 euros de media. Una diferencia demasiado grande en opinión del PNV, que reclamará al Gobierno municipal que modifique el sistema.

Gurrutxaga explicó que ellos abogan por aplicar un 10% o un 20% más de los 120 metros cúbicos de media a los hogares que no faciliten la lectura del contador de agua, lo que supondría una penalización más moderada. Además, piden que se corrijan las primeras facturas ya cobradas a las viviendas que acrediten a posteriori su consumo de agua.

Vitoria, por su parte, confirma que analizarán el medio centenar de reclamaciones que ha habido por este concepto y, si están justificadas, se corregirán los importes. Respecto a la posibilidad de cambiar el reglamento vigente para la tasa del agua, de momento, el Gobierno municipal no se ha planteado esta posibilidad. Además, añade que si en esos casos se aplicara el consumo medio de agua se podría incluso beneficiar a los hogares que no facilitan la lectura de su contador.

Por último, el delegado de Haciendo explica que, en estos casos, aunque se está cobrando el doble de la media por la tasa de basura, no se está cobrando nada por el consumo de agua al no haber una lectura real. Así, el objetivo de la penalización sigue siendo que se normalice la situación y todos los hogares informen del consumo de agua.