Donostia. La sociedad de Ciencias Aranzadi, que forma parte del Consejo de Medio Ambiente (CAMA) del Ayuntamiento de Donostia, ya avisó el pasado mes de julio de que la inmensa mayoría de las piedras que afloran en Ondarreta son escombros, en ocasiones redondeados por el paso del tiempo y que, por tanto, pueden ser confundidos con piedras naturales.
El representante de Aranzadi en el citado organismo municipal es el biólogo Jon Etxezarreta, autor del estudio hecho público el pasado viernes, que contó con el asesoramiento científico de los geólogos Eneko Iriarte y Alejandro Cearreta, ambos miembros también de Aranzadi. Este estudio aboga claramente por retirar con maquinaria estas piedras, una conclusión muy diferente a la asumida en los últimos años por el Consistorio, que sigue la propuesta de Azti de intentar que las corrientes de arena tapen la zona pedregosa, una tarea para cuyo estudio se han colocado recientemente tres cámaras en Igeldo.
Para Etxezarreta, "rectificar es de sabios". Por ello, aboga por una solución "sencillísima", que es retirar poco a poco con máquinas despedregadoras los fragmentos y liberar así la orilla de este incómodo manto. El autor revela que para su estudio no hizo falta llevar las piedras a analizar. El cemento y la cal, según explica, están a la vista.
Además, según consta en el acta de la reunión de julio del CAMA, la existencia de escombros no es una novedad para el Consistorio. En aquel encuentro, el representante de Azti, Raúl Castro, concluyó que la propuesta del instituto marino para solucionar el problema era "continuar estudiando la dinámica litoral de Donostia dado que no se tiene suficiente conocimiento por el momento sobre el beneficio que puede reportar la eliminación de las piedras de Ondarreta". El acta añade: "Se opina que se debe actuar mediante adaptación a la dinámica natural mediante actuaciones favorecedoras del movimiento natural de la arena, en lugar de realizar inversiones importantes", que es lo que se hace en la actualidad.
a favor y en contra Jon Etxezarreta, sin embargo, recuerda en la reunión las afirmaciones anteriores del Servicio de Costas de Gipuzkoa "que aconseja extraer los escombros" y añade que estos están "muy erosionados y confundidos con piedras naturales en los informes de Azti". En la misma reunión, el representante de Eguzki, Juan Mari Beldarrain, dice no tener duda del origen "antrópico" (motivado por el ser humano) de las piedras, pero se pregunta por qué afloran de un tiempo a esta parte y se muestra contrario a retirarlas. Por su parte, el representante de Haritzalde, Marko Sierra, coincide en opinar que su origen es humano y aboga por su eliminación.