"EL secreto está en un buen sofrito casero con oliva". La extremeña y altzatarra Tere Nolasco confiesa en Los Cuadernos de Tere, editado por Altzako Historia Mintegia, algunos de los secretos de las recetas que, desde hace ya 46 años, prepara en su Bodega González.

Es el bar más veterano del entorno de Arriberri y para muchos altzatarras de la zona su chanfaina es insustituible: son asaduras de cordero con ajo, pimentón, cebolla y pimiento verde. "Es lo que más nos piden para almorzar", cuenta Nolasco.

A sus 73 años sigue trabajando en el bar a diario, al lado de su marido y su hija. "No tengo ganas de jubilarme, aquí estoy a gusto, los clientes que vienen todos los días son ya como de la familia", explica. Recuerda que recibió con ilusión el encargo que le hizo Altzako Historia Mintegia (AHM) para reunir en un pequeño cuaderno algunas de las tradicionales recetas extremeñas que lleva ya casi medio siglo preparando en Altza. Este es el primer número, pero la intención de AHM es dar continuidad a la iniciativa con una colección en la que se dé la palabra a personas que, sin perder sus raíces pero a la vez enraizándose en Altza, hayan dedicado su vida al barrio.

Así, este primer número es bastante más que una simple recopilación de recetas: con esa excusa, Nolasco cuenta a través de las páginas de esta publicación los recuerdos de su niñez y juventud en Ceclavín, un pequeño pueblo de Cáceres. Allí empezó a trabajar en la aceituna, en los higos y en las bellotas. "Me apuntaba a todo para trabajar", recuerda la altzatarra.

Con 17 años vino a Donostia, donde ya se había trasladado su hermana mayor. Empezó como pinche en el restaurante Aizgorri de Gros, y en unos años consiguieron reunir a toda la familia y se trasladaron a Andoain. Después de conocer a su marido, Manuel, natural de Ourense, y casarse, compraron una casa en Santa Bárbara y abrieron la Bodega González.

Fue en el negocio familiar donde Nolasco empezó a cocinar y a ofrecer muchos platos tradicionales extremeños. "Lo primero que ofrecimos fueron patatas bravas", recuerda la mujer, y después vinieron platos típicos como las migas, la costilla, el lacón o los callos.

el cuaderno, a la venta

Testigo del crecimiento de Altza

Los Cuadernos de Tere recogen además de las recetas de estos platos y de las vivencias de la protagonista, narradas por ella misma, un "pequeño diccionario del campo ceclavinero", en el que Nolasco explica lo que significan palabras tradicionales extremeñas como entomatá, barriguera, jerreña o miajón. La mujer confiesa que, tras más de media vida en Altza, ya no utiliza habitualmente la mayoría de estos términos, pero recuerda que cuando vino a Donostia con 17 años tuvieron que pedirle que intentara no hablar "de forma tan cerrada".

Aunque sigue visitando Ceclavín en verano, hace mucho que Nolasco es altzatarra y desde la barra de la Bodega ha sido testigo también de la evolución del barrio: de las nuevas edificaciones que se multiplicaban a su alrededor en los años 60 y, también, de la crisis que, en los últimos años, azota especialmente al barrio. "Se nota bastante", confiesa apenada, al tiempo que recuenta el número de tiendas y locales que han cerrado sus puertas en los últimos años a su alrededor.

Muchos de esos vecinos que a lo largo de las últimas cinco décadas han pasado ratos en La Bodega asistieron a la presentación de Los Cuadernos de Tere, a finales del año pasado en Tomasene. "Estaba a tope", recuerda Nolasco, sonriendo. La publicación puede comprarse en el Estanco de Altza o en la librería Peñuelo.