Donostia. El Gobierno municipal de Bildu dio a conocer ayer que ha pedido más tiempo a la empresa ETS, dependiente del Gobierno Vasco, con el fin de analizar el borrador del convenio sobre las afecciones que tendrán en el entorno urbano las bocas de metro previstas en el trazado de esta infraestructura a su paso por el centro de Donostia y la reforma de la plaza Easo, que cambiará drásticamente a consecuencia de la modificación de la estación.

La concejala de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Nora Galparsoro, aseguró ayer que "el convenio no define cuáles son exactamente las superficies que se van a ver afectadas, algo de vital importancia de cara a minimizar los impactos que la obra va a generar". Añadió que este dato es "muy importante" porque en el caso de que lo presupuestado por ETS no sea suficiente, el sobrecoste recaerá sobre las arcas municipales y "el documento se limita a un cálculo genérico". Finalmente, lamentó otras carencias del estudio, como las condiciones en las que el Gobierno Vasco cede terrenos para las obras.

La corporativa señaló que el Ayuntamiento donostiarra y la citada empresa ferroviaria han mantenido conversaciones y han consensuado colaborar "para afrontar las obras que esta infraestructura necesita". Sin embargo, asegura que el pasado 30 de octubre ETS ofreció la posibilidad de suscribir un convenio "pero con la urgencia de aceptarlo y firmarlo antes del 30 de noviembre". Asimismo, explicó que el Gobierno local pidió a ETS que remitiera el borrador de inmediato "para que los técnicos y la secretaría jurídica pudieran tener un plazo razonable para informar sobre el mismo".

En esta situación y con once días para responder -ya que el borrador llegó el 19 de noviembre-, el Ejecutivo de Bildu ha optado por solicitar una ampliación del plazo para responder hasta el 14 de diciembre.

En torno a esta fecha está previsto que el nuevo Gobierno Vasco tome posesión y se desconoce aún cuál será su posición sobre la obra de construcción de ramales de metro bajo el centro de Donostia. De hecho, la adjudicación prevista del último tramo de este proyecto, por valor de 55 millones de euros, es uno de los motivos de discordia entre el Gobierno saliente de Patxi López y el PNV, que ha pedido a los socialistas que no adjudiquen trabajos sustanciosos en los últimos días de su mandato.

Por otra parte, esta misma semana, Bildu planteó que una comisión municipal siga el desarrollo de las obras de ampliación del Topo en Donostia y negó que los trabajos puedan comenzar este mes, como señaló el departamento de Transportes del Gobierno Vasco.