Donostia. Técnicos del Ayuntamiento comenzaron ayer a desplazar algunas de las piedras que se encuentran sobre la arena de la playa de Ondarreta para crear pasillos que faciliten a los bañistas su acceso al agua. Según informaron fuentes municipales, estos trabajadores se encargarán de mantener limpios los accesos los días en los que la bajamar sea por la mañana (16 jornadas este mes), ya que trabajarán con la marea baja.

El Consistorio donostiarra consultó recientemente con expertos del Centro Tecnológico del Mar y los Alimentos Azti Tecnalia si era "factible" mover las piedras en aquellos lugares en los que el material pedregoso llegase a cubrir la arena.

El director de la Unidad Marina de Azti, Adolfo Uriarte, explicó a este periódico que lo que se está haciendo es desplazar el material pétreo que se encuentra sobre la arena para crear estos corredores, por lo que esta actuación "no afecta a la dinámica de la playa". Lo que ha ocurrido, según Uriarte, es que "mucha piedra que se encontraba en la base de la playa, con las mareas, se ha dispersado y se ha colocado sobre la arena".

El experto quiso subrayar que las piedras están siendo desplazadas y no retiradas, dado que no sería recomendable para el arenal. Además, el propio Servicio de Costas no permite remover el material de origen natural de la playa. No obstante, en el caso de que los empleados municipales encontrasen material de origen humano durante su trabajo -ladrillos, escombros, etc.- sí que podrían retirar ese material, estimó Uriarte.

múltiples sistemas de medición El Ayuntamiento, además, tiene la intención de que se instale un sistema de videovigilancia en la playa de Ondarreta para conocer en directo su estado -el pasado Pleno de julio aprobó una declaración institucional al respecto-.

Este sistema se añadiría a las mediciones que desarrolla Azti Tecnalia cada mes -lleva a cabo un análisis topográfico de forma mensual y mediante unas regletas instaladas en paralero al paseo de Ondarreta mide la altura de la arena cada semana-. Uriarte indicó que este sistema ya se utiliza en otras playas, como es el caso de la de Zarautz o la de Bakio, entre otras.

Estas cámaras se colocan en puntos estratégicos altos y tienen una perspectiva oblicua de los arenales. El director de la Unidad Marina apunta que mediante unas aplicaciones informáticas obtienen imágenes "cenitales" o "a vista de pájaro". Además, las imágenes están "georreferenciadas". Es decir, cada punto en la playa que es captado mediante las cámaras dispone de información sobre sus coordenadas.

Las imágenes del estado de la playa se toman cada pocos minutos y se crean secuencias de fotografías que son analizadas.

En el caso de Ondarreta, mediante estos sistemas informáticos, "se podría delimitar la zona que tiene piedra y la que no y analizar entre las mareas cuánta piedra sale a relucir". "Mediríamos la superficie real de la piedra y su evolución en cada momento", indica el responsable de Azti.

Uriarte añade que esta técnica permitiría analizar la incidencia que las olas ejercen sobre el arenal donostiarra, pues permitiría medir la altura y el impacto de las olas sobre la playa. Este sistema también permitiría saber con exactitud qué "oleaje llega" al arenal en función de cada marea, así como su "grado de inclinación".

En definitiva, con este sistema Azti podría relacionar los distintos tipos de oleaje y su incidencia en la aparición de piedras en Ondarreta.