"YA queda un día menos para la del año que viene", bromeaba ayer por la tarde Joserra Berasategi, presidente de la peña Txirritako Txuriurdinak, organizadora de la primera Feria de la Cerveza que acogió Herrera hasta el domingo. Ha sido un éxito por la gente que se ha acercado a la feria y por el ambiente, igual que las Txanpontxo Jaiak que celebraron también el pasado fin de semana en Bidebieta.

Para muchos, el plan, sobre todo, el viernes por la noche fue pasarse por el frontón de Herrera para cenar codillo y cerveza y, después, continuar de fiesta en Bidebieta. "Sí que notamos que vino bastante gente a partir de la medianoche, después de que cerraran la feria de la cerveza", confiesa Álvaro Portas, de la comisión de fiestas de Bidebieta.

A pesar de la lluvia, consiguieron no suspender ninguna de las actividades programadas para los Txanpontxos de este año, aunque algunas de las que se iban a celebrar en la calle tuvieron que trasladarse al frontón. Los hinchables también duraron poco debido al agua que, sobre todo, el sábado y el domingo, intentó sabotear las fiestas.

Portas reconoce que, celebrándose en mayo, no es la primera vez que la lluvia se hace un hueco en las Txanpontxo Jaiak. "Es una faena, pero estamos acostumbrados", asiente resignado. Aun así los vecinos de Bidebieta no fallaron a los payasos, juegos y actividades organizadas durante el día, a los conciertos programados para la noche, como el de Deskontrol, ni al tradicional cross que tuvo lugar el domingo por la mañana bajo el agua.

En esta edición del cross el vencedor y ganador de una comida para dos personas en el Arzak fue el atleta de Legazpi Ouaalit Walid, que batió el récord del circuito por un segundo y atravesó la meta en 19 minutos y 35 segundos. Tras él, cruzaron la meta el intxaurrondotarra Imanol Cruz y Unai Señoran, de Irura. Entre las mujeres, el mejor tiempo lo logró la corredora de Larratxo Naiara Casi. Tras ella llegaron la irundarra Marisol Martínez y Amagoia Mitxelena, de Errenteria.

éxito

Cervezas y tambores

Mientras, igual o más encantados se mostraban ayer los miembros de Txirritako Txuriurdinak, organizadores de la primera Feria de la Cerveza de Herrera. Tras un comienzo tímido el miércoles, el jueves y, sobre todo, el viernes y el sábado el frontón estuvo lleno. Calculan que hasta el domingo, más de 3.500 personas acudieron a la feria.

Una de las cosas que agradeció el público era que, además de las cervezas de cuatro euros, había una serie de barriles a un precio más asequible, a 2,50 euros. "Nos sorprendió que la facturación fue parecida entre las cervezas más caras y las otras", cuenta Joserra Berasategi.

"La gente estaba contenta y la feria ha dado vida al barrio que, al fin y al cabo, es de lo que se trataba", continúa, al tiempo que añade que estos días los miembros de la peña y de la tamborrada han contado con ayuda de más altzatarras y herreratarras. En total, unas 75 personas han echado una mano.

El dinero recaudado lo utilizarán para los trajes de la tamborrada.