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"Mucha gente antes igual no venía a Ulia porque no tenía un sitio para tomar algo; se está redescubriendo el monte"

En junio reabrió sus puertas el antiguo tiro pichón del monte Ulia, en Donostia, reconvertido en merendero. La antigua finca de Basollua ofrece comidas y aperitivos y junto con el también renovado albergue, un poco más abajo, ha atraído a miles de personas a Ulia este verano

"Mucha gente antes igual no venía a Ulia porque no tenía un sitio para tomar algo; se está redescubriendo el monte"Foto: ruben plaza

donostia. Gonzalo Fernández Etxeberria es el encargado de gestionar el merendero de Ulia y está dispuesto a que, además de merendero en verano, Basollua se convierta en un restaurante acogedor para los días y las noches de invierno, con chimenea incluida.

El merendero reabrió sus puertas a finales de junio. ¿Cómo ha sido el primer verano en funcionamiento en Ulia?

Estamos muy contentos. En julio llovió 20 días y la verdad es que el mal tiempo nos vino bien para empezar a rodar con menos gente. Pero trabajamos bien en julio y agosto, hasta que en septiembre llegó un parón muy grande los días laborables. No tiene nada que ver. Los fines de semana sí viene gente, pero entre semana cambia del todo. Solo vienen algunos a comer, no a pasar el día o la tarde.

¿Pero seguirán abiertos a diario durante el invierno?

Hemos decidido hacer un descanso semanal los miércoles. Y el resto de los días de entre semana damos solo comidas, abrimos hasta las 17.00 horas. Los viernes, sábados y domingos estamos toda la tarde y damos cenas, igual que en verano. Además, por la tarde funciona la cocina, se pueden pedir bocatas, ensaladas o hamburguesas.

¿Quieren reivindicar que Basollua no es solo para el verano?

Sí, y por eso hemos empezado a encender la chimenea para dar otro ambiente al merendero, más invernal y acogedor. Incluso prepararemos otro menú algo más elaborado para las noches del fin de semana. Hay muchísimos restaurantes en Donostia y en las afueras a los que hay que ir en coche, con este sucede lo mismo: está dentro de la ciudad, aunque a cuatro kilómetros de subida en coche. Y por las noches dejamos utilizar el parking de arriba, al menos hasta que se llena.

¿Creen que el invierno en Ulia también puede ser atractivo?

Ahora iremos descubriendo lo que es el invierno de verdad en el monte. Igual en Sevilla la gente no sale si hace malo, pero aquí no tienes otro remedio, si no, no sales en meses. Se trata de ofrecer una alternativa también en invierno, y la chimenea es algo bastante atractivo para esas cenas. Y la verdad es que por ahora vamos bastante bien. Aunque ya no usamos las terrazas, vienen bastantes grupos, hay comidas familiares, con menús asequibles. Y como cada día que sale el sol pensamos que puede ser de los últimos antes de que llegue el invierno, está viniendo bastante gente estos fines de semana. Y para Navidad estamos intentado ofrecernos para cenas de empresa, igual que para bodas y comuniones.

Con la apertura del merendero y la del bar del renovado albergue un poco más abajo, ¿han notado que este verano el monte Ulia ha ganado más vida?

Yo creo que sí, aunque ha costado un poco empezar. Al principio no veíamos mucha gente en las mesas del entorno del merendero. Pero ahora, estos días de otoño en los que sale el sol y la gente ya no puede ir a la playa, viene un montón de gente al monte a las mesas de afuera. Está ayudando el tiempo.

¿Cree que muchos donostiarras están redescubriendo Ulia?

Sí. Están los que han venido siempre y siguen viniendo, paseantes a los que les da igual que estés abierto o no. Pero también hay mucha gente que igual no se acercaba porque no tenía ningún sitio para tomarse algo, o un servicio. Ahora igual suben a comer o a pasar el día al monte pero porque estamos nosotros, porque luego pueden entrar a tomarse un pintxo, un café o un helado... Al estar nosotros y estar el bar del albergue todo el entorno se ha dinamizado mucho. Gente que antes no venía, ahora lo hace. Sí lo hemos notado.

¿Pasan también peregrinos del camino de Santiago?

No demasiados. Por lo menos, no se identifican, aunque hay algunos que preguntan por el albergue, algunos despistados. Pero siempre hay muchísima gente en el monte.

¿También gente corriendo o en bici?

Sí. Esos paran poco en el merendero, pero dan vidilla a Ulia, siempre ves gente. Incluso los días más grises en los que piensas en quién va a haber... La verdad es que sigue habiendo mucha gente en el monte.

¿La gente que se detiene en el merendero lo reconoce como el antiguo tiro pichón?

Muchos sí, las personas de mi edad que venían por aquí cuando eran chavales y se fijan en las fotografías antiguas de las paredes. Pero también está viniendo gente que no lo conocía y está descubriendo esto ahora. Y aunque la mayoría es gente de Donostia, también nos visita gente de la provincia.