El PNV pide a Bildu que cumpla el acuerdo alcanzado para suprimir la "muralla" de Carlos I
recuerda que las instituciones dieron luz verde a un plan para eliminarla El PSE pide un estudio para conocer la afección al tráfico de una estación en Riberas
Donostia. El PNV del Ayuntamiento de Donostia reclamó ayer a Bildu, que gobierna tanto en el Consistorio como en la Diputación, que cumpla el acuerdo alcanzado entre ambas instituciones y el Gobierno Vasco en la pasada legislatura para reducir el tráfico en Carlos I y, así, poder eliminar la "muralla" que supone este acceso dentro del barrio de Amara.
El portavoz jeltzale, Eneko Goia, manifestó que "es una irresponsabilidad poner en cuestión el acuerdo" suscrito en 2009, que perseguía "liberar a los vecinos de la barrera del viaducto de Carlos I y mantener una conexión viaria con la variante en esa zona".
Precisamente, Goia, que entonces era diputado foral de Infraestructuras Viarias, fue uno de los representantes institucionales que suscribió el acuerdo en 2009. Tras la apertura de la autovía del Urumea y la conexión Martutene-Hospitales y la decisión de EuskoTren de soterrar las vías del Topo a su paso por el paseo de Errondo, las tres instituciones se comprometieron a llevar a cabo los estudios técnicos necesarios para crear una nueva conexión entre la autopista y la ciudad. Las nuevas carreteras abiertas habían reducido el tráfico de Carlos I notablemente.
Según explicó Goia, la circulación de entrada a la ciudad llegaría a través de una rotonda que se construiría en la unión del paseo de Errondo y Carlos I. Para alcanzar este punto, se crearía una conexión en las inmediaciones del velódromo, por la ladera del alto de Errondo. Por su parte, la salida hacia la autopista se llevaría a cabo por las carreteras actualmente disponibles.
Goia lamentó que este plan ha sido puesto en entredicho en la actualidad y añadió que si se suprime Carlos I sin alternativa para entrar en Donostia, la situación "podría acabar convirtiendo el barrio de Riberas de Loiola en un segundo Carlos I".
Por su parte, el grupo socialista del Ayuntamiento de Donostia también mostró ayer su preocupación por el futuro del tráfico en el nuevo barrio.
estación Según destacó el portavoz socialista, Ernesto Gasco, la construcción de la estación de autobuses en Riberas de Loiola acarrearía un incremento de tráfico en el barrio así como de problemas de aparcamiento. También recordó el efecto borde que afecta al barrio a día de hoy, a causa de la existencia de OTA en zonas próximas. En el futuro, según Gasco, este problema se verá incrementado con la apertura de la nueva sede de la Tesorería de la Seguridad Social y del centro comercial que se abrirá bajo la iglesia de Moneo.
Por todo ello, anunció que su grupo presentará una moción al próximo Pleno con el fin de que las calles de Riberas de Loiola dispongan de zonas reservadas a los residentes en el barrio. El PSE también pedirá en otra iniciativa que un grupo de expertos evalúe las afecciones al tráfico que podrían generarse en la zona si se construye la estación de autobuses en este punto.
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