HACE tan solo seis meses la prensa local informaba de que Auditz Akular, la mayor operación urbanística de la historia de Donostia -contemplaba construir en Altza más de 3.000 viviendas-, estaría urbanizado en 2012. Era finales de mayo cuando la Junta de Gobierno local dio luz verde al proyecto definitivo. Después de aprobar la reparcelación de los suelos y el enlace con Illumbe, se licitarían las obras, un proceso cuya primera fase comenzaría tras el verano y que tendría un coste de 33 millones de euros, que se derivarían del presupuesto municipal y del Gobierno Vasco.

Entonces, el ex concejal de Urbanismo del Consistorio donostiarra, Jorge Letamendía, aseguraba que la operación no tenía "problemas de crédito con las entidades financieras por lo que el Ayuntamiento podría "seguir adelante con sus planes".

Sin embargo, el de Auditz Akular va camino de convertirse en uno de los proyectos de la ciudad del que se habla y se escribe mucho, pero que, por distintas circunstancias, no llega a materializarse. En este caso, ha sido el cambio de gobierno lo que ha propiciado la congelación de esta iniciativa, uno de los buques insignia del PSE-EE.

El equipo de Gobierno actual (Bildu) considera que hay aspectos de esta operación que generan "dudas" y propone impulsar vivienda en lugares ya urbanizados. A esto habría que sumar las incertidumbres que tiene el nuevo Ayuntamiento respecto a la viabilidad económica de Auditz Akular.

el problema de la vivienda

"Arreglar lo que ya existe"

Así, más de diez años después de que se oyera hablar por primera vez de la posibilidad de construir un nuevo barrio en Donostia, los vecinos de la zona se muestran desconcertados. Esta es la situación de la asociación de comerciantes Auzoa que, en un principio, veía con buenos ojos "todo lo que fuera dinamización". "Pensábamos que repercutiría en el comercio de aquí, pero como ha pasado tanto tiempo ya no sabría decir cuál es la postura oficial", señaló ayer a este periódico Juan Carlos Ballesteros.

Por su parte, Juan Luis Apalategi, desde la asociación Osteguna de Larratxo, se mostró contrario a la construcción de estas 3.000 viviendas. "Habría posibilidades de dar otro uso a esos terrenos. Altza ya está muy masificado y los espacios de ocio y servicios están bajo mínimos. Auditz Akular supondría quedarnos sin terrenos para el futuro y sin espacios verdes, salvo los de los caseríos", añadió.

Este diagnóstico es similar al que realizó Josu Rezola, portavoz de Altza Gara. En su opinión, este proyecto es una "barbaridad" porque "no son necesarias 3.500 viviendas". "No se puede construir el doble de Riberas de Loiola en el monte, Altza se colapsaría. Además, desde el punto de vista medioambiental no es sostenible", agrega Rezola.

Esta agrupación es partidaria de "arreglar y mejorar" lo que ya existe de Altza, un barrio, con "importantes déficits". "Hay problemas de servicios, de movilidad, para aparcar y esas son las cuestiones que hay que atender antes que nada". Asimismo, desde Altza Gara se quejan de que la opinión de las asociaciones y de los vecinos no ha sido tenida en cuenta durante todos estos años.

No obstante, hay quienes defienden esta iniciativa ya que consideran que solucionaría algunos de los principales problemas del barrio. Pedro González, de la asociación Elkartasuna, aseguró que la creación de este nuevo barrio facilitaría el acceso a la vivienda a muchos jóvenes del barrio y que supondría también la mejora de las instalaciones deportivas. "Aunque hay vecinos en contra, muchos veían ahí la posibilidad de lograr una casa. Además, llevamos años esperando la remodelación del polideportivo. A pesar de esto, creemos que las mejoras que prometen no deberían ir de la mano de Auditz Akular", finalizó González.