Donostia. El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, tiene 20 días para aportar a los grupos políticos del Ayuntamiento los informes sobre la polémica ocupación de una casa en la Parte Vieja, que tuvo lugar el pasado 24 de septiembre. Entonces, un grupo de jóvenes se introdujo en el inmueble de Gaztelubide 5, vacío desde hace siete años, y cambió la cerradura para utilizarlo como gaztetxe. Cuando llegó la Guardia Municipal intervino el secretario del alcalde, Josetxo Ibazeta, en favor de los jóvenes y la ocupación no fue evitada.

La situación ha encendido los ánimos de los propietarios del edificio -la titular es una mujer donostiarra de 104 años que reside en Madrid-, así como de los grupos de la oposición, que llevan días exigiendo los informes elaborados sobre el suceso por parte de la Guardia Municipal, así como sobre el estado del edificio.

En la junta de portavoces que tuvo lugar ayer, los tres representantes de la oposición comunicaron al alcalde que apoyaban la iniciativa del socialista Ernesto Gasco, que solicitó el martes por escrito una comisión de investigación para esclarecer lo sucedido y en aras de la "transparencia". En la reunión, el secretario jurídico del Ayuntamiento apuntó que, dado que la petición de informes se había llevado a cabo de modo expreso, el regidor donostiarra disponía de 20 días para aportar toda la información.

Por otra parte, los jóvenes fundadores del nuevo gaztetxe siguen ocupando la casa y el abogado de la propietaria del edificio ha pedido que el juez obligue a desalojarlos, algo que no puede hacer el Consistorio. El representante legal de la dueña del inmueble considera que la expulsión de los jóvenes llegará "antes o después".

Al hilo del asunto, el portavoz del PP en Donostia, Ramón Gómez, pidió ayer al alcalde que no se tome "a cachondeo" el asunto y rechazó que el Gobierno de Bildu "hable de alarma social" cuando "no es capaz de explicar lo sucedido". También el portavoz del PNV, Eneko Goia, se refirió a la ocupación y señaló que no admite que el Gobierno diga que la oposición son "todos unos malpensados, que aquí hay una operación orquestada por la judeo-masonería y que ellos son absolutamente transparentes". Asimismo, añadió que "la transparencia es aportar los informes que se solicitan".