Donostia. El bidegorri de Txaparrene, que une Ategorrieta con Herrera, abrió ayer su trazado a los ciclistas y caminantes, después de nueve meses de obras. Algunos vecinos y numerosos usuarios de bicicletas aprovecharon el momento para estrenar el nuevo carril ciclista de 1.650 metros, que servirá de conexión directa y segura entre Donostia y Pasaia cuando finalicen las obras del entorno de la nueva estación del Topo en Herrera.
La diputada foral de Movilidad e Infraestructuras, Larraitz Ugarte, así como el concejal de Movilidad de Donostia, Jon Albizu, asistieron a la inauguración de este nuevo tramo de bidegorri. Los 700 metros entre el túnel de Txaparrene y Herrera constituyen el núcleo central de la obra, que ha costado más de un millón de euros, financiados por la Diputación.
El trazado de este bidegorri permite a sus usuarios evitar el Alto de Miracruz y sus fuertes pendientes. Arranca junto a la estación de Renfe en Ategorrieta y discurre en llano por el paseo de Txaparrene hasta llegar al túnel del mismo nombre, que sirvió al tranvía que iba a Herrera en el pasado, y que ha estado cerrado desde hace años.
Posteriormente, el carril ciclista atraviesa el túnel de 124 metros, que ha sido remozado y recubierto de una tela impermeabilizadora y acabado en chapa metálica. Esta cuenta con un sistema para lograr un mejor aprovechamiento de la luz y, por lo tanto, menos consumo de energía. Posteriormente, el bidegorri sigue por un tramo a cielo abierto junto a las vías de Renfe y, finalmente, pasa por la nueva pasarela elevada sobre los accesos a la variante, la parte más cara de la obra. Esta pasarela, de 74 metros de longitud y 6,2 metros de anchura, aterriza en la antigua entrada a Herrera por la variante -ahora anulada- en las inmediaciones de la sociedad Euskal Giroa.
La puesta en funcionamiento de la luz del túnel ha sido el motivo por el que el bidegorri de Txaparrene ha retrasado su apertura, según informaron fuentes municipales.
cuidado con los niños En el acto de apertura, un representante vecinal pidió a los usuarios de bicicletas que tengan cuidado con los numerosos niños que acostumbran a disfrutar del parque de Txaparrene. El residente recordó que existe una leve pendiente hacia Ategorrieta y es peligroso que las bicicletas tomen velocidad.