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Los locales de noche de Donostia reclaman que se amplíen sus aforos

piden que haya tres personas por cada metro cuadrado y no una por cada dosDenuncian estar "discriminados" con respecto a los "locales de día"

Donostia. Los locales de noche de Donostia reclaman que se les conceda un mayor aforo conforme a su tipo de actividad. Concretamente, piden que se les apliquen los criterios de ocupación correspondientes a las discotecas en lugar de los de restaurantes o cafeterías.

Fuentes hosteleras consultadas por este periódico explican que los locales de noche afectados son anteriores al año 1996, por lo que se les aplica la normativa de 1982 sobre condiciones de protección contra incendios. En ella, se habla de dos categorías: por un lado, hay lugares para espectáculos y locales de reunión; por otro, bares, cafeterías y restaurantes.

Los hosteleros, que no desean dar su nombre ni el de sus bares, creen que se les debería considerar como locales de espectáculos y locales de reunión, que según lo que establece la norma, deben contar con una ocupación máxima de una persona por cada 0,33 metros cuadrados (tres personas por cada metro cuadrado).

No obstante, critican que el Ayuntamiento de Donostia aplica la normativa de aforo que corresponde a los bares, cafeterías y restaurantes, que fija un máximo de una persona por cada dos metros cuadrados. "Nosotros no tenemos los mismos requisitos que un bar. Nos piden que tengamos una doble puerta, un sistema de insonorización, un limitador de sonido. En un bar de pintxos no hay nada de eso", afirman. "El uso de un pub es como el de una discoteca, aunque el tamaño sea menor", recuerdan.

La disminución de la ocupación afecta a asuntos tan importantes y delicados como la propia plantilla de los locales. Ofrecen algunos ejemplos sobre la diferencia que supone la aplicación de uno u otro criterio. En un bar de en torno a 30 metros cuadrados, el Ayuntamiento otorga un aforo de unas 35 personas; si se aplicara el criterio de las discotecas, sería de 61 personas. "A la hora de trabajar es mucha diferencia. En la mayoría de los casos se duplicaría el aforo o aumentaría entre un 40% y un 50%", resaltan los afectados.

Las fuentes consultadas afirman que ellos no son "incumplidores de la norma", si no que incumplen "una aplicación de esa norma". "Nosotros somos los primeros interesados en que no haya ningún problema, ni que pase nada", explican, y añaden que no les interesa que la gente "no pueda llegar a la barra". A su vez, denuncian cierta "discriminación" con respecto a los locales "de día", como los bares de pintxos. Aseguran que con estos locales la aplicación de la normativa es más flexible.

consulta Las fuentes consultadas indicaron que llevan varios años negociando este asunto con el Ayuntamiento. En 2009 tuvo lugar una reunión con el entonces concejal de Medio Ambiente, el socialista Denis Itxaso, quien, según los hosteleros, "se comprometió" a reconocer el aforo que reclamaban, siempre y cuando se mejoraran aspectos relacionados con la seguridad, como las salidas de emergencia o las dobles puertas, por ejemplo. No obstante, denuncian que después de varios años de negociaciones, el Ayuntamiento sigue aplicando la normativa de la misma manera.

Durante todo el conflicto, los afectados también han recurrido al órgano redactor de la norma, el Ministerio de Vivienda. Los perjudicados enviaron una serie de consultas sobre el aforo. Una de ellas preguntaba si "en los llamados bares de copas, disco bares o similares" se podía aplicar "una densidad de ocupación" más apropiada que la que se aplica a un bar, dado que los primeros "se parecen más a una discoteca".

Vivienda respondió que "si la actividad prevista en un determinado local es más parecida a la que tiene lugar en una discoteca que a la que se desarrolla en un bar o en una cafetería, debe aplicarse la densidad de ocupación propia de aquellas".

También se consultó si las respuestas dadas por los responsables de Vivienda eran "vinculantes," a lo que el ministerio respondió que no tienen carácter vinculante "de derecho, pero sí de hecho, porque los jueces y tribunales siempre acuden a la fuente de la norma para hacer las consultas". "Pese a haber presentado toda esta documentación, el Ayuntamiento sigue erre que erre", afirman estos hosteleros donostiarras.

Tras el cambio de responsables en la institución, estos profesionales han pedido reunión con el Gobierno de Bildu. "Lo que ocurre es que esto es una pelea del día a día, hay un montón de locales que ya han sido cerrados por el aforo", recalcan. "Cabe la esperanza de que con Bildu haya cambios, pero no sabemos si va a ser lo suficientemente pronto", exponen.

sanciones Estos afectados relatan que si los inspectores detectan un exceso de aforo en un local, el hostelero se enfrenta a grandes sanciones. La primera vez, la sanción es de un mes de cierre del local y de 3.000 euros de multa; la segunda vez la multa se duplica y se debe clausurar el espacio por un periodo de tres meses; la tercera, el local debe cerrar durante medio año y el dinero que se debe pagar oscila entre los 9.000 y los 12.000 euros; y la cuarta vez, se le retira la licencia al local. "No estamos hablando de ninguna tontería", afirman y añaden que por "una diferente apreciación de la norma" se están "jugando mucho".