El bidegorri de Txaparrene aterriza ya en terrenos de Herrera

Donostia. El nuevo carril para bicicletas que une la zona de Intxaurrondo Zaharra con Herrera ha tocado ya este último barrio. La pasarela peatonal sobre la variante, punto imprescindible para esta conexión, ha aterrizado ya en las inmediaciones del edificio Peruene Berri, de Herrera, y su tablero y su conexión con tierra firme estaban siendo asfaltados en la jornada de ayer.

Todo indica que los ciclistas que deseen circular desde el centro de Donostia y Gros en dirección a Altza, y viceversa, podrán hacerlo en breve, gracias a la nueva conexión que se está rematando en la actualidad. Este bidegorri fue posible gracias a un acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Diputación en la anterior legislatura. La Administración local se ocupó de adecuar los metros anteriores al túnel de Txaparrene, que se hallaba cerrado ya que carecía de uso desde la desaparición del antiguo tranvía. El ente foral, por su parte, construyó la imprescindible pasarela ciclista a continuación del túnel, sobre el acceso de la variante, que permitirá a las bicicletas salvar la carretera. El coste de la actuación ha ascendido a 1,5 millones de euros.

Este complicado tramo de bidegorri suma un total de 1.650 metros en llano, que se unen al tramo entre el puente de Zubiaurre, en Intxaurrondo, y Ategorrieta, punto desde el que se puede acceder por bidegorris hasta Gros y el Centro.

La colocación de la pasarela tuvo lugar a finales de mayo y, para ello, los operarios tuvieron que cortar un carril de circulación e instalar una grúa de grandes dimensiones con la que izaron las piezas de la pasarela.

Una vez abierta al tráfico ciclista la nueva conexión, los usuarios de la bicicleta podrán dirigirse también al arranque del bidegorri que conecta Herrera con Antxo, Errenteria y Oiartzun. Entonces, cualquier ciclista podrá dirigirse desde Donostia hasta Oiartzun por bidegorri, con la excepción del tramo de Herrera que está actualmente en obras y que, una vez finalizada la estación soterrada del Topo, aportará un espacio peatonal por el que podrán trasladarse también las bicicletas.

Por otra parte, el nuevo bidegorri entre Herrera y Buenavista, que comenzó a ser habilitado en junio del pasado año, es ya utilizado por numerosos ciudadanos, tanto para desplazamientos en dos ruedas como para pasear. Este último tramo de la red donostiarra antes de Pasaia tiene una longitud de 1.225 metros y una anchura de 4,50 metros.

La puesta en marcha de este bidegorri conllevó que el tráfico de vehículos a motor se redujera a un carril en cada dirección, lo que ha conllevado una reducción de la velocidad de los coches.

Hasta la puesta en marcha de este último tramo de carril bici donostiarra, la zona fue escenario de numerosos accidentes protagonizados por coches y también por ciclistas. En 2008 se produjo el último accidente mortal de un ciclista en este punto, lo que provocó protestas del colectivo Kalapie.

En la actualidad, Donostia dispone ya de casi 50 kilómetros de carriles ciclistas que conectan todas las zonas llanas de la ciudad.

Por su parte, la Diputación completa también en la actualidad una red básica de bidegorris para el territorio, que conectarán diversos municipios y distintos barrios de una misma localidad. Según los planes vigentes, hasta 2017 la institución foral prevé construir 210 kilómetros en total de carriles para bicicletas.