Arrancan los trabajos de demolición en Txomin con el derribo de la Carbónica

Donostia. La demolición de la antigua empresa de refrescos La Carbónica Guipuzcoana empezaron ayer en Txomin Enea. Las labores de derribo finalizarán en dos semanas y necesitarán una inversión de cerca de 110.000 euros que correrá a cargo del Ayuntamiento. De este modo, se da por comenzado el ambicioso proyecto para regenerar el barrio donostiarra y cuyos trabajos de urbanización serán adjudicados próximamente, durante los meses de verano.

Pero los vecinos de Txomin no se confían y se muestran escépticos ante esta primera actuación y la continuidad del plan urbanístico. "Me imagino que, siendo el primer derribo, significará algo", considera Javier Álvarez, aunque agrega que "es un poco tarde, después de tantos años esperando". Lo mismo piensa María Jesús Celis, dueña de una tienda de comestibles de la zona, pero ella sí cree que "acabarán por hacerlo". En su opinión, prueba de ello es la reciente capa de brea con la que el Consistorio ha asfaltado el barrio "o el carril bici que han empezado a arreglar".

Algunos residentes hablan de oportunismo político y temen que las recientes intervenciones y mejoras se deban, simplemente, a la cercanía de las elecciones. "Pensamos que todo esto es lo de siempre: época electoral", asegura Txema Rodríguez, deseoso de equivocarse: "Esperemos que ésta vez sea de verdad".

Adjudicación Los planes del Ayuntamiento así lo contemplan, y prevén que en dos meses saldrá a concurso la adjudicación de la obra de urbanización para el nuevoTxomin. Por ello, a lo largo de esta semana, varios representantes del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Donostia se reunirán con posibles promotores interesados en invertir en la zona, para poder así concretar puntos de la convocatoria.

El Plan General contempla la construcción de 1.314 viviendas, de las cuales 118 irán destinadas al realojo de vecinos de Txomin y otras 909 serán protegidas. De estas últimas, 202 irán a cargo del Gobierno Vasco, mediante una aportación de tres millones de euros.

La obra se llevará a cabo en dos fases, ya que habrá que esperar al traspaso de la cárcel, actualmente situada en Martutene, a las inmediaciones de Zubieta. En total, la regeneración costará alrededor de 54,7 millones de euros y la inversión de la primera fase la afrontará el Consistorio donostiarra; esta etapa incluye la creación de un parque fluvial y un nuevo puente.