Una vía peatonal con bidegorri unirá los cuarteles de Loiola y el Polígono 27
Tendrá una longitud de 4,5 kilómetros y discurrirá por la ribera del río Urumea La intención del alcalde es culminar la construcción de la senda para que se pueda disfrutar en la primavera de 2012
Donostia. Txomin Enea contará con un paseo peatonal y un bidegorri de unos 4,5 kilómetros de longitud para conectar el área de los cuarteles de Loiola con el Polígono 27 de Martutene y la zona de Sarroeta, según anunció ayer el alcalde de Donostia, Odón Elorza.
El primer edil informó de que el Ayuntamiento dispone ya de un anteproyecto, efectúa en la actualidad una evaluación presupuestaria de la iniciativa y trabaja en ello con el objetivo de que el nuevo trazado para peatones y ciclistas, que discurrirá por la vega del río Urumea, se pueda disfrutar en la primavera de 2012. "No entiendo cómo no lo hemos hecho antes", manifestó.
Elorza explicó que el 70% del recorrido discurrirá por espacios en los que no existen edificaciones, ya que se trata de una franja de terreno perteneciente al parque fluvial contiguo al río. Además, concretó que no será un camino "duro", sino "una senda" propia de un parque.
Txomin Elorza opinó que Txomin es "el patito feo" de la ciudad, por ser el barrio "más olvidado". Por este motivo, incidió en que la zona "requiere un proceso auténtico de regeneración urbanística".
La operación de Txomin "se ha ido retrasando" como consecuencia de las expropiaciones y la tramitación del Plan Especial, ambos requisitos necesarios para llevarla a cabo. Por el momento, se están llevando a cabo algunas obras de mejora en la acera que comunica Txomin con los cuarteles de Loiola, en el asfaltado de algunas zonas, el arreglo de barandillas, la colocación de bancos nuevos y en la plaza y la pista deportiva.
Además, en las próximas semanas se derribará el pabellón de Carbónicas Santa Clara y se adecentará ese ámbito mediante la limpieza del bosque adyacente de arbustos, desechos, maleza y vertidos. En este sentido, el alcalde explicó que el Consistorio espera a que el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, dé su autorización para poder iniciar el derribo, ya que en la cubierta del edificio existen materiales de uralita y otros elementos "que deben ser retirados y almacenados en un depósito especial".
El primer edil previó que la convocatoria del concurso para conceder las obras de urbanización de la primera fase de Txomin Enea se produciría antes de que termine el año, y si el concurso no queda desierto, calculó que en unos dos años y medio comenzaría la segunda fase.