El club deportivo Hydra de Ondarreta entra en un 'impasse'

Donostia. La situación del club deportivo Hydra de Ondarreta sigue siendo una interrogante. Las puertas del club hoy también se han abierto, pese a que ayer expiró el plazo del actual contrato.

El futuro uso de la parcela ya debía haberse dilucidado. No obstante, tanto trabajadores como usuarios del complejo desconocen cuál será el resultado de las negociaciones que está manteniendo el Consistorio con un grupo de interesados en la gestión de las instalaciones, de los cuales no se ha querido revelar el nombre. Precisamente, ayer tuvo lugar una reunión que duró hasta las 14.30 horas. Según fuentes consultadas tras el citado encuentro, se comentó a los trabajadores que las reuniones continuarían durante unos días más.

Por otro lado, el alcalde de la ciudad, Odón Elorza, comentó ayer que espera que el conflicto se solucione esta semana y reiteró la necesidad de apostar por la continuación de la actividad durante tres años más, para que el solar no caiga en desuso de manera indefinida.

Fuentes de Hydra expusieron a este periódico que es muy posible que la nueva prórroga sea un hecho, pero no se aventuraron a confirmarlo con total certeza.

Pese a que la decisión definitiva no está tomada, el martes pasado, los 25 trabajadores del centro deportivo firmaron el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En el caso de que se consiga una nueva prórroga, el ERE podría echarse atrás.

mejoras En el caso de que la prórroga se lleve adelante, las instalaciones de Hydra necesitarán una mejora, dado que éstas han ido envejeciendo y quedándose obsoletas. En una reciente comparecencia, el primer edil de Donostia explicó que las mejoras de Hydra tendrán un coste de entre 200.000 y 300.000 euros y servirán para evitar la pérdida de los actuales usuarios del centro.

La polémica sobre la parcela de Hydra viene motivada debido a que en 2008 el Ayuntamiento de Donostia mostró su determinación de construir un hotel en esos terrenos.

A finales del año pasado salió a concurso la adjudicación de la edificación y explotación de dicha infraestructura hotelera, sin obtener resultados positivos: el concurso quedó desierto, pese a que Elorza había hecho público el interés de varias cadenas hoteleras de hacerse con el terreno.

Por su parte, la asociación de hosteleros de Gipuzkoa, Aspagi, denunció, a mediados del mes de marzo de este año, al Consistorio donostiarra por competencia desleal ante el Tribunal Vasco de la Defensa de la Competencia, aduciendo que las instituciones no deben ser promotoras de hoteles.