Donostia. Las trabajadoras de ayuda domiciliaria de Donostia están estudiando llevar a los tribunales a Clece, la empresa para la que trabajan. Hace meses que intentan negociar un nuevo convenio y, con la situación bloqueada, han protagonizado hasta el momento varios paros parciales que tendrán continuidad en Semana Santa. Además, si no se retoman las conversaciones, mantienen la convocatoria de huelga indefinida que comenzaría en mayo.

Clece presta el servicio de ayuda a domicilio en Donostia subcontratada por el Ayuntamiento, de ahí que las trabajadoras reclamaran la intermediación del Consistorio para intentar desbloquear la situación. Finalmente, consiguieron la palabra del alcalde, Odón Elorza, para mediar en el conflicto. Sin embargo, fuentes del comité de empresa de las trabajadoras de Clece lamentaron ayer que su mediación no les ha ayudado.

Después de hablar con la empresa, los representantes municipales del área de Bienestar Social tuvieron esta misma semana un nuevo encuentro con las trabajadoras, aunque esta vez no acudió el alcalde. El comité lamentó, también, que no se convocara a la reunión a la concejala de Igualdad, Ainhoa Beola, en quien sí han encontrado un apoyo para intentar buscar una solución. Por lo demás, este segundo encuentro no resultó fructífero en opinión de las trabajadoras: afirman que se les trasladó que la oferta de Clece era aceptable y que, además, se les acusó de "utilizar" el hecho de ser mujeres en sus movilizaciones, de ahí que vayan a presentar una queja en el consejo de Igualdad. "Fue una reunión vergonzosa", denuncian desde el comité de empresa de Clece.

Huelga Así las cosas, las asistentas insisten en que esperan que la empresa vuelva a sentarse a la mesa para negociar el nuevo convenio, no solo en lo concerniente a los incrementos salariales que plantean, sino también para debatir otro tipo de mejoras que demandan. "El problema no es solo económico", denuncian.

Si no hay avances en ese sentido, mantendrían la convocatoria de tres días de paros parciales en Semana Santa (el miércoles 20, el sábado 23 y el martes 26) que, si se suman a las jornadas festivas, supondrán no ofrecer el servicio con normalidad en una semana entera. Tras estos paros, mantienen también la convocatoria de huelga indefinida a partir de mayo.

Sin embargo, el comité ha decidido, también, estudiar otras vías de protesta y analizan la posibilidad de plantear una demanda de conflicto colectivo contra Clece en los tribunales.

Clece cambia de manos Precisamente, esta misma semana se ha hecho público el cambio de titularidad de esta empresa de servicios que, hasta el momento, era propiedad del grupo de construcción ACS, liderado por Florentino Pérez.

Sin embargo, ahora esta empresa de servicios ha pasado a manos de las firmas de capital riesgo Permira y Mercapital, lo que, en opinión del comité de empresa de las trabajadoras donostiarras, probablemente "no beneficiará" a las negociaciones ni a la resolución del conflicto.

Además, la semana pasada el Ayuntamiento donostiarra prorrogó el contrato que tenía con Clece durante un año más, antes de volver a sacar a concurso el servicio de ayuda a domicilio en la primavera de 2012. Para entonces, Elorza les prometió, también, introducir cláusulas en ese concurso que garanticen unas condiciones mínimas para los trabajadores de la empresa que resulte adjudicataria.

1.800 usuarios En la actualidad son unas 400 las trabajadoras que prestan la ayuda a domicilio a casi 1.800 personas mayores y dependientes en Donostia. Las profesionales insisten en que su objetivo con las protestas no es perjudicar a esos usuarios e, incluso, afirman que cuentan con su apoyo en muchos casos.

Hasta el momento, a lo largo de sus paros parciales han mantenido los servicios mínimos que incluyen la atención a los grandes dependientes y los servicios básicos de ducha, medicamentos y comida al resto.