Donostia. El Pleno ordinario comenzó ayer con polémica. El PP preguntó al alcalde, Odón Elorza, sobre la iniciativa prevista en solidaridad con las víctimas de los terremotos, las inundaciones y la crisis nuclear de Japón. El regidor comunicó hace unos días que la casa consistorial acogería el día 30 un concierto solidario con este motivo, aunque ayer no quiso concretar más datos acerca del evento, lo que calentó los ánimos de los populares ya desde el principio de la sesión.

La corporación dio ayer luz verde por unanimidad a las últimas modificaciones de la ordenanza que permite transformar determinados locales en viviendas, así como la división de éstas. Los requisitos para obtener estos permisos se flexibilizan y las limitaciones también. El concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, explicó que los propietarios a los que se autorice la transformación deberán abonar al Ayuntamiento una plusvalía que asciende al 15% del incremento del valor urbanístico del local transformado en vivienda, lo que "beneficiará al conjunto de los ciudadanos", afirmó.

Por el contrario, el edil del PP Javier Urbistondo denunció el "fin recaudatorio" que, desde su punto de vista, tiene esta ordenanza. El Gobierno pretende "exprimir más al contribuyente" con esta iniciativa, denunció. Las personas que quieran dividir sus viviendas "tendrán que pasar por caja". "Yo tendría que pagar cerca de 18.000 euros para que mi familia pueda disfrutar de lo mío dividido en dos", agregó.

El portavoz de EA, Ricardo Burutaran, puntualizó al PP que "es distinto tener dos viviendas que cuatro", por lo que consideró adecuada la generación de plusvalías cuando una vivienda se divide para transformarse en dos o más. Además, se congratuló de poder "ver aprobada la ordenanza, por fin", una "buena noticia" de la que también se alegró el concejal del PNV Martin Ibabe, por "la alta demanda social de vivienda" que existe en la ciudad, aunque declaró que no les van a dar "la medalla de oro a la celeridad", puesto que llevan "mucho tiempo esperando este tema", apuntaló. La representante de H1!, Jaione Arratibel, también expresó su "satisfacción" por el avance logrado ayer.

En el ecuador de la sesión, el portavoz del PNV, Xabier Ezeizabarrena, hizo referencia al intento de ampliar el centro comercial Garbera, un proyecto que quedó paralizado por cuestiones legales después de que el Gobierno iniciara su tramitación. El edil nacionalista incidió en que el Ejecutivo local cometió ilegalidades en ese proceso, a lo que el responsable de Urbanismo respondió que Ezeizabarrena demostraba su "manifiesta ignorancia" en materia de Derecho, ya que "el Pleno nunca aprobó algo ilegal" respecto a Garbera, "diga lo que diga este inculto portavoz del PNV".

Urbistondo reaccionó contra el insulto pronunciado por Letamendía y le pidió "respeto" al resto de los concejales. "No sé quién le ha dado los galones para decir quién es culto o inculto, quizá el Gobierno Vasco", bromeó el edil popular.

El alcalde cerró esta riña con palabras conciliadoras: "Nadie piensa aquí que usted es una persona inculta. A veces se nos va la boca". Pero también dijo con mucha sorna: "Sus artículos siempre son de mucho interés, como corresponde a un profesor universitario".

CATALOGAR LAS REGATAS La corporación también acordó ayer por unanimidad la declaración institucional por la que el Consistorio donostiarra solicitará la catalogación de las regatas de La Concha como bien cultural inmaterial por parte del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. La idea de incorporar a esta solicitud tanto la Tamborrada como la feria de Santo Tomás, como propuso el PNV, no salió adelante, aunque al final quedó sobre la mesa con la intención de que se aborde en otro momento.

Y después de un "retraso considerable", como apuntó el jeltzale Martin Ibabe, el Pleno de ayer aprobó también el reglamento definitivo de la futura estación de autobuses de Atotxa, que finalmente no dispondrá obligatoriamente de consignas.