Donostia. El Gobierno de Donostia (PSE-EE y Aralar-Alternatiba) reconoció ayer que se han producido "errores administrativos" en la gestión de la deuda de Arcco Amara con el Consistorio, desde que el centro comercial dejó de abonar el canon por el uso de las instalaciones a la administración local hace catorce años.

Fuentes municipales aseguraron que el representante del Gobierno en la Comisión de Control y Seguimiento de la Contratación celebrada ayer achacó esta situación a esos errores, de los cuales es responsable el Ayuntamiento. Aunque el Ejecutivo no explicó por qué motivo ocurrieron esos errores, que fueron producto de algo tan sencillo como el no haber modificado el cambio de dirección de la gestión de Arcco en la base de datos municipal.

Durante ese tiempo, el complejo ha acumulado una deuda de más de cinco millones de euros según los cálculos del Consistorio, aunque éste no notificó la deuda de forma adecuada desde 1997, una circunstancia que los comerciantes de Arcco han aprovechado para argumentar que la cantidad adeudada ha prescrito. No obstante, el Gobierno donostiarra no está dispuesto a admitir la prescripción de la deuda.

Extinción del contrato El resultado de este proceso llegó ayer con la decisión de la Junta de Gobierno local de extinguir el contrato que regía hasta el momento las relaciones del Ayuntamiento con el centro comercial, e iniciar un nuevo procedimiento para volver a adjudicar la gestión del complejo en escasos meses.

Las instalaciones comerciales pasan ahora a manos de la institución municipal, y la dirección financiera del Consistorio ha asumido provisionalmente las labores de gestión de Arcco hasta que se tramite la nueva adjudicación.

El Consistorio tiene ahora la obligación de elaborar y aprobar el pliego de condiciones para poder mantener la gestión indirecta del edificio con una nueva concesión administrativa.

Así lo acordó ayer el equipo de gobierno, después de un largo proceso de negociación con los comerciantes, que se inició hace unos meses, cuando el Consistorio exigió a Arcco el pago de las cantidades adeudadas y el centro comercial manifestó su "imposibilidad e incapacidad" para hacer frente a la deuda, aunque sí se mostró dispuesto a alcanzar acuerdos.

De esta manera, Arcco opta por renunciar a su concesión (fruto del incumplimiento de los pagos), y el Ayuntamiento se queda con la propiedad y la gestión del complejo. Además, las 52 tiendas con locales en Arcco pasan a abonar una renta mensual al Ayuntamiento.

Satisfacción en los comercios La gerente de Arcco, Carmen Abenza, se mostró ayer satisfecha por la decisión tomada para resolver este conflicto, y valoró especialmente que la solución adoptada permite a los comerciantes que operan en el centro continuar su actividad con los mismos derechos y obligaciones que tenían pactados hasta el momento, hasta que se otorgue la nueva adjudicación.

Pese a la incertidumbre generada por estos últimos acontecimientos, "los comerciantes siguen con su actividad, que es lo importante", subrayó Abenza, ya que "el gran miedo era que hubiera un cierre o que parara la actividad".