Donostia. La integración de Altza en Donostia el 4 de abril de 1940 supuso un punto y aparte en la fisonomía de la actual Donostia, que gracias a esta anexión posee dos enclaves en el mismísimo parque natural de Peñas de Aia, como son Urdaburu y Landarbaso. Altza, con unos doce kilómetros cuadrados de terrenos, fue un municipio independiente entre 1821 y 1823 y entre 1879 y 1940, hasta que tras la Guerra Civil, motivos económicos llevaron a sus rectores a firmar la anexión a Donostia. Son ya 70 años de vida en común. Este barrio, situado al este de la ciudad, marca la muga con Pasaia, municipio que ha reclamado ante los tribunales terrenos a Donostia.

Dentro de lo que en su día fue Altza, la sexta etapa del recorrido del Club Vasco de Camping se adentra en el enclave de Landarbaso, donde se ubica el monte Igoin (448 metros). Esta zona también esconde los terrenos del Marqués de Landarbaso.

La séptima etapa, por su parte, descubre la historia de Donostibaso y Altzako Basoa, en Urdaburu Oberan, donde se encuentra el monte más alto del municipio, Urdaburu (598 metros). Un mojón situado a solo tres metros de la cima recuerda que Donostia (SS), Altza (A) y Errenteria (R) confluían en ese mismo punto. Explica Sierra que Donostia debe este territorio a los caseros de Ibaeta, Puio y Altza, que en su día pidieron al municipio que no vendiera dichos terrenos, por su proliferación de hayas y robles, árboles que aún se conservan en la zona denominada Altzako Basoa.

zubieta, partida en dos Otro punto caliente en el municipio es Zubieta -quinta etapa del recorrido del CVC-. Este enclave situado entre Usurbil y Lasarte-Oria cuenta con la peculiaridad de que, dentro del propio acotado de terreno donostiarra, tiene otros tres enclaves. Es decir, que el área donostiarra del hipódromo y las instalaciones de fútbol de la Real alberga, a su vez, tres zonas que pertenecen a Usurbil.

La quinta excursión del Club Vasco de Camping reparó en las peculiaridades de este barrio, cuya iglesia, ubicada en el casco urbano, se encuentra dividida por la línea que marca la frontera, de modo que, según Marko Sierra, una parte de la iglesia pertenece a Usurbil y la otra a Donostia.

Una ciudad pequeña en su núcleo urbano y mucho más amplia en su zona más rural, boscosa y a la vez más desconocida. Las dos caras de la ciudad, al descubierto. Diez kilómetros cuadrados de Igeldo, doce de Altza, ocho de Zubieta, dos de Landarbaso y otros tantos de Urdaburu. Suman 34 kilómetros cuadrados (55%). Un área que, restada de los 61 que tiene Donostia en total, dejaría a la Bella Easo en solo 27, menos de la mitad.