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Año nuevo, colegio nuevo

270 alumnos de amara berri estrenarán el lunes el recién construido centro de morlans Otros 120 estudiantes de la calle Urbieta, de entre cinco y seis años, se trasladarán allí después de San Sebastián

Año nuevo, colegio nuevoFoto: javi colmenero

donostia. Se cierra un ciclo y se abre otro nuevo. Unos 270 alumnos de segundo y tercer ciclo de Primaria (cursos 3º, 4º, 5º y 6º), de entre ocho y doce años, estrenarán el próximo lunes el nuevo colegio de Morlans que se ubica en la parcela que hasta 2006 ocupó la antigua Fábrica de Gas. Un cambio a marchas forzadas que permitirá el desarrollo urbanístico de Morlans, una urbanización que prevé la construcción de 584 viviendas y que sus promotores venden como el "futuro Centro de Donostia".

El consejo escolar de Amara Berri aprobó recientemente el traslado de los alumnos del antiguo colegio de Morlans, ubicado al fondo del barrio. Lo hizo de forma unánime y a petición del Consistorio. El traslado se produce en mitad del curso lectivo, aprovechando el parón navideño. En la actualidad, el antiguo colegio sigue en pie. Es cuestión de días. Su demolición estaba prevista para estas fiestas, ya que el antiguo Morlans ya no guarda nada. Está vacío.

Sus alumnos despidieron las viejas instalaciones el 19 de diciembre y han podido disfrutar de unas vacaciones navideñas más largas de lo normal, ya que debido a las labores propias del traslado y la ultimación de detalles en el nuevo recinto, el segundo y tercer ciclo de Morlans se incorporará a las clases el 11 de enero, mientras que el resto de alumnos de los otros centros del colegio público Amara Berri lo hizo ayer mismo.

Tras su puesta en marcha el lunes, el nuevo centro, ubicado a la entrada de Morlans -junto al vial Amara-Ibaeta-, quedará pendiente todavía de albergar a otros 120 alumnos de primer ciclo de Primaria, de seis y siete años, que aún continúan sus clases en las instalaciones de Amara Berri en la calle Urbieta.

Por el momento, se desconoce la fecha de este traslado que permitirá reunificar a los alumnos de Primaria de Morlans y Urbieta en un solo centro. Allí se escolarizará a unos 400 niños de entre seis y doce años. Está previsto que la llegada de los más pequeños al nuevo centro se produzca después de San Sebastián, aunque el cambio podría demorarse alguna semana más.

En el nuevo colegio, actualmente se está acondicionando el interior de las aulas y colocando todo el material del antiguo centro. Este traslado pone fin a una odisea de más de una década de obstáculos y contratiempos en la concepción del nuevo barrio de Morlans.

Un periodo de constantes demoras en los plazos de ejecución, marcado, además, por la postura firme de Amara Berri, que siempre se negó a un traslado provisional entre tanto se construía el centro definitivo.