- La Lugañene seguirá unos días más en el hangar. Las remeras de Donostia Arraun Lagunak se sometieron a un test PCR en un laboratorio privado donostiarra, tal y como anunciaron el pasado domingo, una vez sabido el caso positivo de una de sus integrantes, y que llevó a la trainera guipuzcoana a no participar en la ikurriña de Orio de la EuskoTren Liga.

El fin era tranquilizar a las remeras de la plantilla, staff técnico y familiares de toda la cuadrilla de Arraun, y poder volver lo antes posible al agua con la seguridad de que ello no conllevara ningún riesgo para el resto de personas.

Sin embargo, ayer las donostiarras supieron que tampoco podrán bogar este fin de semana, ni en Bilbao ni en Lekeitio. El motivo es la entrada de Osakidetza en el caso. "Han cogido las riendas y nos han pedido que se realicen los test diez días después de que se produjera el último contacto", apuntaba ayer Patxi Olabe, entrenador de la Lugañene. Por este motivo, las remeras, el staff técnico y los directivos tendrán que esperar hasta el sábado para realizar los test, cuyos resultados no se conocerán hasta el domingo o el lunes. Imposible, por tanto, estar en la línea de salida de las regatas del fin de semana. Un pequeño varapalo para el equipo donostiarra, que, sin embargo, tiene claro que lo primero es la salud. Así lo explica el técnico: "La competición queda ahora en un segundo plano y lo más importante es velar por la salud". Afortunadamente, "la remera que dio positivo tiene algo de fiebre, pero no síntomas graves", apuntó Olabe, quien recuerda que "no respetar el protocolo sería una imprudencia".

En todo caso, lo sucedido con su tripulación es algo que podía pasar: "Por muchas medidas que se tomen, la posibilidad (de aparecer un positivo por COVID-19) entraba dentro de lo probable".

Las remeras del club donostiarra, que cubrió con todo el coste de los test de ayer, vuelven a estar confinadas en casa, entrenando entre cuatro paredes. La patrona de la Lugañene, Andrea Astudillo, explicaba tras las pruebas sometidas que "no es muy agradable, pero, si hay que hacerlo, se hace".

En cuanto a la situación excepcional que viven tanto ella como el resto de sus compañeras, apuntaba que "de momento estamos tranquilas, pero con pena y rabia de no poder disputar las regatas y teniendo que entrenar en casa de nuevo".

La plantilla de Donostia Arraun Lagunak conocerá hoy los resultados de los test PCR realizados ayer, pero tendrá que seguir a la espera, por su salud y por la de los demás. La bandera de la responsabilidad navega en la popa de la Lugañene.