Aimar Olaizola va quemando etapas hacia el final de su carrera. Si la semana pasada el goizuetarra jugó su último partido en el Atano III de Donostia, ayer le tocó despedirse del Astelena. Las gradas del frontón eibartarra, a rebosar, tributaron un merecido homenaje al campeón navarro, y también la empresa Aspe quiso mostrarle su reconocimiento. En sus 23 años como profesional, Olaizola ha disputado cerca de 80 partidos en esta cancha. Allí llegó uno de sus primeros éxitos, el Campeonato Manomanista de Segunda de 1999. El navarro destacó que la afición del Astelena siempre ha tenido “un comportamiento muy bueno” con él. Junto a Albisu, el goizuetarra cayó ante Irribarria y Rezusta por 11-22.