os deportistas somos unas personas que estamos atadas a la rutina", reflexiona Erik Jaka (Lizartza, 1994). El estado de alarma decretado por las instituciones el 14 de marzo debido a la pandemia del coronavirus COVID-19 pilló al delantero guipuzcoano en plena liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas, aplazado sine die en su segunda jornada a la espera de nuevas comunicaciones por parte de la Liga de Empresas, cuyo plexo solar quedará duramente golpeado si se confirma la suspensión de todas las fiestas patronales de Euskadi, siendo el verano uno de los principales activos financieros de Aspe y Baiko Pilota. "Se me está haciendo largo el confinamiento", afirma el manista. Jaka, que debutó esta campaña como titular en el torneo mas largo del curso después de completar una gran actuación en el Cuatro y Medio y llevar unos años llamando a la puerta del estelarismo, estaba a buen nivel, destacando en cuartos de final junto al mejor José Javier Zabaleta, determinante. Perdieron en su primer choque en la penúltima fase del Parejas, el 7 de marzo, pero Erik estaba con "ganas" de desquitarse de la derrota ante Ezkurdia-Martija ante Laso-Albisu en un cara o cruz. La crisis sanitaria lo evitó.

"Lo primero que hay que tener en cuenta es que nos encontramos en una situación especial, pero que es un beneficio para la salud de todos. En mi caso personal, lo que peor llevo es no poder ni entrenar ni jugar", admite el pelotari de Lizartza, quien se organiza una hoja de ruta diaria para no perder su estado físico. Realiza dos sesiones, una por la mañana, que se puede alargar hasta los 90 minutos, y otra por la tarde, algo más liviana. "Tengo un plan de entrenamiento diario específico cerrado con mi preparador", recuerda el manista guipuzcoano. "Estoy centrado en mantener la forma y la musculatura, porque lo que quiero es regresar en las mejores condiciones cuando nos den el visto bueno", declara el pelotari de Aspe. Respecto a la delicada situación de las manos, que necesitan mimo y actividad en un frontón, algo imposible de simular, Jaka ha pegado "dos esterillas" en la pared del garaje y se ejercita durante al menos veinte minutos al día. "Tengo sitio para hacerlo, pero tomé la determinación de colocar las esterillas para no molestar ni a los vecinos ni a los de casa con los golpes. Además, trato de calentar las manos siempre en un horario respetuoso para todos", remata el delantero, quien es consciente de que lo ideal sería disponer de una "pretemporada" antes de regresar a los frontones de blanco. "Personalmente, tengo mono de jugar", agrega.

Asimismo, en cuanto a la alimentación, el guipuzcoano trata de llevar un orden. "Me gusta cuidarme. Soy una persona que coge peso con facilidad, por lo que trato de comer limpio", anuncia Jaka, quien asevera que de vez en cuando "cae algún capricho".

Entretanto, Erik reconoce que en pleno confinamiento "si no te entretienes, la jornada se hace larga". "Lo más difícil es pensar que el día siguiente será igual", certifica Jaka, quien aprovecha el tiempo libre para realizar un trabajo sobre alimentación. También ve películas y se está leyendo un par de libros: las biografías de los jugadores de la NBA James Harden y Klay Thompson. El pelotari, aficionado incondicional al baloncesto estadounidense, también invierte tiempo viendo partidos.

Con todo, en las últimas semanas, el fantasma del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se hizo carne en la operadora de Eibar, afectando a todos sus trabajadores. Jaka entiende la situación. "Estamos viviendo una coyuntura complicada para todos. Es el momento de arrimar el hombro, porque no nos podemos olvidar de que las empresas viven de las apuestas y el taquillaje y actualmente no se pueden programar partidos", admite el de Lizartza.

"A veces se nos olvida a nosotros mismos que hace unos meses disputamos la primera jornada del Campeonato de Parejas. Parece que ha pasado un año", recita, por otro lado, Erik Jaka, quien observa, tal y como han hecho varios de sus compañeros, que lo ideal actualmente sería "terminar el torneo si se puede", ya que "apenas quedan tres jornadas" para repartir las txapelas.

"Creo que he desarrollado un buen Parejas hasta el momento. Estoy contento por cómo nos salieron las cosas en cuartos -únicamente perdieron dos compromisos en la fase regular-. Sí que ahora estamos en la cuerda floja, al fallar en el primer partido de semifinales, pero si hiciera balance de mi primer campeonato como titular, diría que ha sido positivo, porque he podido mostrar mi nivel", reseña el lizartzarra, quien declara que "jugar con los mejores" beneficiará su crecimiento como manista. "Pase lo que pase, esta experiencia en Primera me va a venir bien de cara a futuro", finaliza el puntillero.