- A los 26 años se proclamó el tetracampeón más joven de la historia de la Fórmula 1. Su época de dominación en Red Bull, uno de los ciclos más exitosos de la historia, le destacó como principal candidato para dar caza al récord de siete títulos de Michael Schumacher. ¡Quién le diría entonces a Sebastian Vettel que aquellas sonrisas serían cosas del pasado!

Después de que Vettel enlazase cuatro coronas, en 2014 nació la era Híbrida en la F-1. Comenzó entonces, quizás, el mayor periodo de éxito de una escudería; el tiempo dirá si es así para Mercedes. Lewis Hamilton se apretó el babero para disfrutar de un tremendo festín.

Vettel firmó en aquel 2014 una quinta posición que, impaciente por recuperar la gloria, le motivó al cambio; el Red Bull había dejado de ser un coche aspirante a campeón. Así, se abrió la puerta de Ferrari. En 2015 Seb accedió por la puerta grande a Maranello, el hogar en el que todo piloto se quiere alojar alguna vez. Vettel recuperaba de este modo la esperanza de retomar los éxitos.

Pero desde que Vettel desembarcó en Ferrari los lamentos han plagado las jornadas de trabajo. Tanto es así que piloto y escudería se han hartado de tanta espera, de aguardar a un título que desde 2007, con las manos de Kimi Raikkonen y la inestimable colaboración de la nefasta gestión de McLaren con Alonso y Hamilton, no llega para la Scuderia. Por esa escasez, y porque ha brotado una figura predilecta como es Charles Leclerc, Vettel no permanecerá en el equipo italiano cuando expire su contrato al vencer 2020.

"Para obtener los mejores resultados, es vital que todas las partes trabajen en perfecta armonía", expresó el alemán, que se apresuró en desmentir que se tratase de una falta de acuerdo económico. "Los asuntos financieros no han jugado ningún papel en esta decisión conjunta. Esa no es la forma en la que pienso cuando se trata de tomar ciertas decisiones, y nunca lo será", subrayó.

En concordancia se manifestó el director del equipo, Mattia Binotto: "Esta decisión se ha tomado conjuntamente, considerando que es lo mejor. No fue una decisión fácil por el valor de Sebastian como piloto y persona. No hay una razón específica, más allá de la creencia de que había llegado el momento de separar caminos para alcanzar nuestros objetivos individuales".

¿Qué hay detrás de 2020? Sobre Vettel, que en julio cumplirá 33 años, se desconoce; tal vez busque cariño y esperanza en otro equipo o llegue la hora de colgar el mono; desde luego, hace mucho que en la parrilla no se proyecta como un tipo feliz. Mientras, en Ferrari cobra fuerza la opción de Carlos Sainz, sexto en el pasado campeonato -primero de los monoplazas de la clase media- para confirmar su postulado como uno de los pilotos con posibilidades de optar algún día a un título, o al menos a un distinguido volante.

A estas alturas y pendiente de las carreras que se puedan disputar esta temporada, Vettel ha amasado catorce victorias y 55 podios en cinco temporadas en Ferrari. En total, acumula 53 triunfos y 120 cajones. Por establecer una comparativa, Fernando Alonso, el antecesor en el puesto de Vettel, firmó once victorias y 44 podios en seis cursos en el garaje italiano. Si bien, el asturiano gozó de mayores opciones de ganar. Llegó en dos ocasiones a la última carrera del año con posibilidades de ser campeón. Se quedó a 4 y 3 puntos del campeón en 2010 y 2012, respectivamente. Mientras, Vettel el año que más cerca ha estado fue en 2017, a 46 puntos de distancia.

A falta de lo que suceda en 2020, Vettel es sujeto de ese maleficio de los pilotos campeones que recalan en Ferrari, como son los casos de Alonso, Alain Prost o Nigel Mansell, también incapaces de recuperar la corona. Con la máquina italiana, solo Juan Manuel Fangio (1956) y Michael Schumacher (2000) volvieron a besar los laureles de la F-1.

"Ha sido un gran honor ser tu compañero. Hemos tenido momentos tensos, algunos muy buenos y otros que no acabaron como ambos queríamos, pero siempre hubo respeto, aunque no se percibió así desde fuera. Nunca he aprendido tanto como lo hice contigo. Gracias por todo, Seb". Así se despide Leclerc, argumento del adiós de Vettel y ahora, sin duda, líder de Ferrari.