La surfista zumaiarra Janire Gonzalez-Etxabarri disputará los primeros Juegos Olímpicos de su carrera el próximo 26 de julio. Lo hará desde Tahití, una de las sedes de los Juegos Olímpicos. Se trata de la surfista más joven que irá a Tahití, pero eso para ella supone "menos presión". Tras una lesión de rodilla que le ha tenido apartada del agua durante tres meses, buscará "disfrutar" y demostrar todo lo que sabe hacer, según sus propias palabras. Repasamos cómo empezó en el mundo del surf, de qué manera afronta los Juegos Olímpicos y qué supone surfear una ola tan emblemática como la de Teahupo'o.
Ya falta menos para los Juegos Olímpicos, ¿cómo se siente?
Como he estado lesionada, he tenido un proceso distinto a los demás. Al principio dices “todavía faltan cinco meses” y, de repente, faltan solo unos días. El tiempo pasa súper rápido y los Juegos Olímpicos cada vez están más cerca.
Consiguió la clasificación gracias a lo realizado en el Mundial de Puerto Rico este año. ¿Qué sintió cuando lo alcanzó? ¿Qué fue en lo primero en que pensó?
La verdad es que, al principio, no me lo creía. En realidad, nadie se lo creía: ni yo, ni Nadia Erostarbe y ni Andy Criere. La clasificación para los Juegos Olímpicos sí que era nuestro objetivo, pero no era un objetivo que lo tuviéramos súper claro. Yo fui con otra mentalidad. Con la mentalidad de sudar y darlo todo. Al final, era mi primer Mundial y fui a vivir la experiencia.
Lesiones
¿Qué obstáculos se ha encontrado a lo largo del camino?
Personalmente, no he tenido demasiados obstáculos. Por esa parte, siempre hay momentos y días malos, pero he tenido mucha suerte. En enero me lesioné y en febrero se celebraba el Mundial. Para la preparación teníamos prisa y los días contados. Fue todo muy rápido y mal hecho. Estuvo bien hecho pero a la vez mal, porque no fue una buena preparación para lo que pide un Mundial. Pero las cosas en el Mundial se hicieron muy bien. Estuve muy bien acompañada del fisioterapeuta. Me pasaba todos los días dos horas en la camilla. Una vez conseguí la clasificación, me lesioné de nuevo y otra vez empecé con la recuperación.
Al final tantas lesiones seguidas deben lastrar la recuperación y la puesta en forma, ¿no?
"En estos tres meses el surf prácticamente no ha existido"
Sí. De hecho, volví a empezar a surfear de nuevo. Estuve tres meses parada sin poder hacerlo. Tres meses en los que tuve que hacer todas los ejercicios de gimnasio, piscina… algo que nunca había hecho tanto, porque siempre le he dado más importancia al agua y al surf. Ahora, he tenido tres meses de darle la importancia a estas otras cosas. En estos tres meses el surf prácticamente no ha existido. Iba a la playa a ver las olas, pero no tiene nada que ver.
¿Durante estos tres meses de lesión se le ha pasado por la cabeza el pensamiento de “¿Y si no llego?”?
Los médicos y los fisioterapeutas siempre me han dicho que lo que tenía no era tan grave como para no llegar a los Juegos Olímpicos. He tenido un esguince de segundo grado en la rodilla, casi una rotura. Pero me decían que iba a llegar seguro y que si no harían de todo para que pudiera llegar.
Es la surfista más joven de los tres clasificados por Gipuzkoa. ¿Se siente más presión? ¿Menos?
La verdad es que menos presión. Mis compañeros (Nadia Erostarbe y Andy Criere) tenían más presión. Yo tengo 19 años y tengo mucha trayectoria por delante. Ellos también tienen mucha trayectoria por delante, pero más corta que la mía [se ríe]. La verdad es que voy sin presión. Espero que no sean mis últimos Juegos Olímpicos y ojalá haya más.
¿Cómo fueron sus inicios?
Fue un inicio bastante rápido. Empecé a hacer surf en la playa de Itzurun (Zumaia) con mis amigas. Estábamos aburridas y dijimos que por qué no probarlo. Mis amigas, poco a poco, lo fueron dejando, mientras que a mí cada vez me gustaba más. Después empecé a entrenar en Zarautz con Ibon Amatriain de manera más seria. Él (Ibon Amatriain) me dijo que a ver si no empezaba a competir, a lo que le contesté que no, a ver si estaba loco [se ríe]. Pero me dijo que fuera y lo probase. Entonces, empecé a probar a competir y los campeonatos me iban saliendo bien. Así, hasta hoy.
¿Cómo ha sido el apoyo de su familia, amigos, entrenador, del club… durante este proceso?
Entrenadores he tenido un poco de todo. Al final, vas probando cosas nuevas y lo que funciona. Pero el apoyo de mi familia ha estado siempre ahí. Mi madre siempre está conmigo y con mi hermana. Somos cuatro hermanos pero está siempre con nosotras. El apoyo familiar es el que más he tenido.
¿Qué supone el apoyo de los ‘sponsors’ para usted como profesional?
Tengo un poco de todo. Algunos me financian los viajes, otros me apoyan con los trabajos físicos… suele depender de cada marca y de su filosofía.
¿Quiénes son sus referentes?
No muchos, la verdad. Hay gente que sigo y a la que intento copiar. Pero no me fijo mucho en los demás. Soy más de hacer lo que yo veo, y ya está.
Todo queda en casa
Fue campeona de Europa junior con tal solo 15 años. ¿Qué sintió en ese momento?
No te sabría decir. Conseguir el Campeonato de Europa junior era un objetivo. Sabía que ya era hora de que tuviera resultados y de que, poco a poco, iban a llegar más resultados. Me puse muy contenta. Además, lo conseguí durante dos años más.
Su hermana Anette, más joven aún, también viene pisando fuerte en el surf. De hecho ganó la European junior en Marruecos. ¿Es un orgullo? ¿Intenta darle algún consejo?
Ella ya sabe todo lo que tiene que hacer. Ya es mayorcita. Tampoco soporta mucho que la hermana mayor le dé consejos [se ríe]. De los últimos cuatro años que ha habido circuito junior, yo he ganado tres y ella, uno. Así que todo queda en familia.
Y además, fue campeona de Europa J¡junior después que lo fuera Nadia Erostarbe. ¿Le ha abierto las puertas o el camino a seguir de alguna manera?
Sí. Siempre digo que Nadia Erostarbe es la que me ha abierto las puertas al 100%. Me ha abierto también el camino. Estuvo muy cerca de conseguir la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ha demostrado que los vascos también podemos hacerlo. He aprovechado ese camino que ha abierto.
Tahití
Mientras los demás deportistas estarán en París, a los surfistas les toca estar en Tahití, surfeando la ola de Teahupo’o. ¿Se siente de manera diferente al surfear una ola tan especial?
La verdad es que es increíble que nos toque ir a Tahití. Pero, por otra parte, no vives los Juegos Olímpicos tal y como son. Porque estás a muchísimos kilómetros de París, no estás en la villa olímpica con todos los deportistas… Lo vamos a vivir como un campeonato más, porque no viviremos como son realmente los juegos. Así que tiene las dos partes.
Aunque tengáis vuestra propia ceremonia no le da un poco de pena no estar en la villa olímpica conviviendo con los demás deportistas?
Sí, sin duda. Creo que eso es lo especial de los JJOO, estar con todos los deportistas, ver la ceremonia de apertura y de clausura… Todo eso es lo que hace especial a los Juegos Olímpicos. Pero nosotros tendremos nuestra ceremonia de apertura propia allí y no estará nada mal.
Tengo entendido que les van a hacer una ceremonia de apertura adaptada a las costumbres de Tahití. ¿Cómo espera que sea? ¿Le hace especial ilusión? ¿Es algo único para ustedes?
Sí. Al fin y al cabo es una experiencia que vamos a vivir nosotros y solo nosotros. Será algo que nunca más vamos a vivir. Por lo que sí que tiene un toque especial.
La ola de Teahupo’o puede llegar a medir más de 10 metros, rompe en coral y además no es una ola que rompa en la costa. Para surfear una ola de esas características, ¿se prepara física y mentalmente de manera diferente?
Físicamente, de otra manera no. Creo que más que nada es psicológicamente. Es tener cabeza. Que la cabeza no te falle.
Al ser algo más psicológico, ¿tienen algún profesional que les ayude?
Yo, personalmente, no lo tengo. Pero la gente sí que lo tiene.
¿Esta ola no le da algo de miedo o respeto?
Es una ola que da mucho miedo. Sobre todo porque no estamos acostumbrados. Una persona acostumbrada a ese tipo de olas seguro que no tiene miedo. Sí que tendrán miedo, pero no tanto como la gente que no está especializada o que no conoce mucho de la ola.
Además, vivirá la experiencia junto a Andy Criere y Nadia Erostarbe. Al estar los tres juntos, ¿hace que la experiencia sea aún más especial y bonita?
Lo bonito es que somos tres vascos que vamos a compartir esta experiencia. Lo bueno es que ya nos conocemos de antes y nada es nuevo. La verdad es que tenemos un equipazo y espero que nos vaya bien a todos.
¿Cuáles son sus objetivos?
"Mi objetivo es disfrutar. No me he marcado ningún objetivo de resultados. Me gustaría demostrar lo que sé hacer"
Mi objetivo es disfrutar. No me he marcado ningún objetivo de resultados. Me gustaría demostrar lo que sé hacer y poco más. Pero, sobre todo, disfrutar de la experiencia porque es algo que solo se vive cada cuatro años y puede que no lo volvamos a vivir.
¿Piensa que el surf debería tener más visibilidad?
Creo que, poco a poco, el surf está teniendo la visibilidad que merece. Es un deporte que se está desarrollando más profesionalmente. Antes, quizá no era tan atractivo. Antes no era deporte olímpico, y ahora sí. Pienso que, con el paso del tiempo, el surf está teniendo la visibilidad que nos merecemos.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieren dedicarse al surf?
Lo más importante es que disfruten. Es un deporte increíble. Para mí es el mejor deporte que existe. Les diría que disfruten pero que también trabajen, porque sin trabajar no se llega a ningún sitio.
La agenda de Janire Gonzalez-Etxebarri en París
- Nacimiento. 3-3- 2005, Zumaia.
- Modalidad deportiva. Surf.
- Clasificación. Gonzalez-Etxabarri siguió los pasos de Nadia Erostarbe en los World ISA Surfing Games del pasado mes de marzo y consiguió clasificarse para los Juegos Olímpicos de París, finalizando en la séptima posición. En su palmarés destaca el Campeonato de Europa junior que conquistó en 2020, cuando tenía tan solo 15 años. También ha ganado varias pruebas de prestigio en esta categoría.
- Su agenda en París. Al igual que Nadia Erostarbe, competirá en Tahití del 27 al 31 de julio.