Reivindicó a su equipo y a su entrenador Ousmane Dembélé, el viernes tras eliminar a Portugal en los penaltis. “Si no os gusta cómo jugamos, es vuestro problema”, lanzó a los periodistas el extremo galo. Francia no carbura. Francia no enamora. Pero ahí está, en semifinales y con todas las opciones del mundo para conquistar la Eurocopa. Se trata de la primera selección en la historia del torneo, con el formato de liguillas y eliminatorias, que se planta en unas semifinales habiendo marcado solo tres goles. Pero es que aún hay más... Dos de esas dianas se han producido en propia puerta por parte de los rivales. Y la otra llegó de penalti.

Cuestionada por su falta de eficacia ofensiva, con 89 remates y las mencionadas tres dianas la selección de Didier Deschamps ha ido superando etapas con dos victorias por la mínima (en la primera jornada por 0-1 ante Austria, con la diana en propia portería de Maximiliam Wöber, y en octavos de final ante Bélgica, con el rebote en Jan Vertonghen) y tres empates, dos de ellos a cero. Así ocurrió en la segunda cita contra Países Bajos y en los cuartos de final contra Portugal, cuando su destreza en los penaltis y el fallo de Joao Félix lanzaron al conjunto francés a las semifinales. Su otra igualada fue a uno ante Polonia, en la cita final de la fase de grupos, con el único tanto de penalti de Kylian Mbappé.

También recibió entonces su único gol en contra en esta edición del torneo, por medio de Robert Lewandowski en una pena máxima. Porque a su improductividad ofensiva contrapone su rendimiento defensivo, con sólo ese gol recibido por el imponente momento del portero Mike Maignan. Es el equipo más firme en ese sentido de la Eurocopa 2024, aunque su recorrido no es de récord. Lo supera Inglaterra en 2021, cuando alcanzó esta ronda aún imbatido. Y lo igualan las selecciones de Alemania en 2016 y 1998 y la de España en 2012, cuando se proclamó campeona continental en Ucrania y Polonia. Las tres llegaron a semifinales, igual que Francia, con nada más un gol en contra. En los Mundiales sólo hay cinco ejemplos: Francia en 1998, Alemania en 2002, Italia y Portugal en 2006 y Marruecos en 2022.

Mientras, los futbolistas galos preparan el decisivo partido de mañana contra España (Múnich, 21.00 horas) centrados en las fortalezas del cuadro de De la Fuente. “Los partidos siempre son cada vez más duros a medida que te acercas a la final. Es una gran semifinal. España es uno de los mejores equipos de esta competición y juega un gran fútbol. Pero son partidos a los que estamos acostumbrados. Nos gustan los grandes partidos. Estamos preparados”, declaró ayer Kolo Mouani.