El Pasaia peleará por primera vez en sus 80 años de historia -el club fue fundado en 1941- por subir a Segunda División B. Tras una brillante temporada -en la actualidad es segundo del grupo 4B, a un punto del líder Urduliz-, el equipo pasaitarra ya está clasificado matemáticamente, a falta de dos jornadas de esta primera fase, para tratar de conseguir, de manera directa, un puesto de ascenso, por el que pelearán los tres primeros de su grupo con los tres primeros del 4A -que también lo componen once formaciones vascas-.

Así, si en la liguilla de estos seis equipos de la segunda fase consigue finalizar entre los dos primeros, jugará por primera vez en la categoría de bronce del fútbol estatal la próxima temporada. Un reto prácticamente inimaginable a principios de campaña para el Pasaia. Y en caso de quedar entre el tercero y el sexto, aún tendría otra oportunidad de disputar un último puesto de ascenso en formato de eliminatorias junto a los dos que se clasifiquen de la liguilla en la que entren los clasificados entre el cuarto y el sexto de los mencionados grupos 4A y 4B. En cualquier caso, todo un logro para la escuadra rojiblanca, sobre todo por pertenecer a un club con uno de los presupuestos más bajos de la categoría.

Su entrenador, Carlos García, es uno de los artífices de este éxito. "Después de la problemática que hemos sufrido derivada de la situación en la que hemos estado por la pandemia, además de las numerosas bajas que hemos tenido, incorporaciones y demás, pues uno de nuestros retos era entrar entre los seis primeros, que era nuestro objetivo claro. Pero ahora mismo estamos entre los tres primeros peleando con los mejores equipos de Euskadi de la categoría. No nos lo esperábamos, pero desde principio de temporada estamos compitiendo perfectamente en cualquier campo y lo hacemos muy bien. Todo lo conseguido es, además, por méritos propios", explica.

El técnico guipuzcoano quiso incidir en que la clave de haber alcanzado este reto reside en el trabajo realizado desde hace años: "Yo entré como segundo entrenador, pero después me hago yo cargo del equipo. Llevamos cuatro trabajando y esta temporada, en el tercer año seguido en Tercera después de ascender, hemos conseguido clasificarnos para el play-off de ascenso a Segunda B. Es un premio al esfuerzo y a la dedicación de la directiva, el cuerpo técnico y la cantidad de jugadores que tenemos".

Un éxito, además, teniendo en cuenta de que el Pasaia es "de los más pobres económicamente, en infraestructuras... en todos los aspectos. Siempre que destaca un jugador se lo llevan, y tienes que andar cogiendo a otro jugador de Regional. Otros, con dinero, optan a hacer equipos fuertes y nuestro trabajo se basa en tratar bien al jugador tanto en el aspecto humano como en el emocional, al que yo le doy mucha importancia. Así, hemos conseguido que la gente funcione y esté con ilusión. En este sentido, no nos podemos quejar de nada".

En su opinión, este premio ha llegado para el Pasaia después de cimentar una base en la plantilla que en la actualidad "está dando un nivel muy bueno. Y en estos últimos años, en los que hemos trabajado bien y los resultados han sido buenos, hemos conseguido atraer también a jugadores de nivel para esta categoría. Estar en un buen nivel competitivo hace que los jugadores se animen a venir. También ha favorecido el césped nuevo que tenemos. Y en general, tras todo eso, ahora estamos logrando competir en todos los campos. Por ejemplo, fuera hemos ganado cinco partidos. Y esto es fruto del nivel que hemos ido dando desde hace años y del trabajo que se ha hecho".

Por tanto, gracias a su denodada labor durante años, el Pasaia participará por primera vez en un play-off y, por qué no, además de este logro, podría darse la consumación de su ascenso a Segunda B.