- Un gol de Kike García, a cuatro minutos del descanso, sirvió a un sólido Eibar para dar la sorpresa en el Sánchez Pizjuán (0-1) y bajar a la tierra al Sevilla, muy espeso ayer. El conjunto armero, que firmó su mejor actuación de la temporada y ganó por primera vez en el estadio sevillista, maniató al equipo dirigido por Julen Lopetegui y consiguió así tres puntos muy valiosos que le aúpan a la zona tranquila de la clasificación.

Tras un primer tiempo igualado y con pocas ocasiones de gol, el Eibar, con un planteamiento estajanovista, de solidaridad y orden, halló el premio con el buen gol de Kike García, que controló a la perfección en el área un gran pase de Pape Diop para fusilar a Vaclík, lo que dio paso a una segunda mitad en la que el Sevilla lo intentó pero sin claridad ni acierto. Tanto eclipsaron los azulgranas a un Sevilla desconocido, sin profundidad y que quizá pecó de desidia en algunas fases de esta mitad, que los andaluces solo tuvieron una ocasión en un tiro de Munir en el 34 que despejó Dmitrovic. Y el disciplinado Eibar, un rival incomodísimo por su presión, por su intensidad y por cómo corrió y peleó cada balón, siguió a lo suyo, fiel a las directrices de Mendilibar.

En la primera parte, además, el conjunto guipuzcoano encontró petróleo en el mencionado gran pase de Diop que permitió a Kike García sacar su condición de artillero para hacer el único tanto del encuentro.

En la reanudación, el Sevilla y Lopetegui reaccionaron. El técnico guipuzcoano dio entrada a jugadores más habituales en sus alineaciones y desequilibrantes, a los que había concedido descanso por su partido de Champions de esta semana, aunque con resultados baldíos en una segunda mitad que fue muy diferente por el intento del Sevilla a la desesperada de marcar un gol. El Eibar, por su parte, se defendió con uñas y dientes y no dejó en ningún momento que los locales pusieran en aprietos a Dmitrovic.

A pesar de que los sevillistas dispusieron de algunas ocasiones en el área azulgrana, lo cierto es que los de Mendilibar hicieron una lectura correcta de un encuentro en el que trataron de que el juego no tuviera de la continuidad que deseaban los locales.

Al final, se impuso el juego solidario y de contención del Eibar, justo ganador por su intensidad y sus agallas para aguantar el empuje de un Sevilla espeso. Una victoria que coloca a los guipuzcoanos con ocho puntos en la clasificación, una óptima posición a estas alturas de la temporada.