- Eibar y Osasuna, avalados por sus dos últimas victorias consecutivas, dirimen hoy (19.30 horas) en Ipurua un choque con la permanencia en el visor. Un nuevo triunfo significaría para el cuadro armero dar un paso casi definitivo, en tanto que para el navarro sería asegurar una continuidad en la elite que, no obstante, tiene prácticamente cerrada.

Esta buena racha le ha permitido salir del bache al equipo de José Luis Mendilibar, que pasó una profunda crisis hace apenas diez días, al borde del descenso, y que ahora afronta este partido sin dos de sus figuras como el argentino Gonzalo Escalante y el chileno Fabián Orellana.

Dos bajas sensibles en el centro del campo, la del argentino, que se va rumbo al fútbol italiano (al Lazio), y la del chileno, que se quedará en el Valladolid, tras finalizar el contrato de ambos el 30 de junio.

El resto de la plantilla se mantiene, incluidas las prolongaciones hasta el final de la temporada a cinco jugadores, además de la de un cuerpo técnico encabezado por un Mendilibar que sigue cumpliendo objetivos con un presupuesto modesto en la ciudad más pequeña del fútbol de Primera División.

Se esperan las rotaciones a las que ha acostumbrado el técnico de Zaldibar tras el parón, de manera que podrían volver Cote y Correa en defensa y en ataque recupera el equipo eibarrés a Sergi Enrich, que no jugó en la victoria en Granada por sanción al ver la quinta tarjeta amarilla.

El entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, aseguró que no permitirá a sus jugadores salir confiados a pesar de estar virtualmente salvados. "Cada vez que defendemos este escudo y esta camiseta son estímulos suficientes como para ir a ganar el partido", precisó.

Los rojillos viajan a Eibar con la tranquilidad de haber logrado prácticamente la salvación, pero con la idea y el deber de mostrar de nuevo su versión competitiva para lograr tres puntos que certifiquen matemáticamente su continuidad en Primera.

Ante los armeros, Arrasate podría volver a contar con Oier y David García, tras cumplir su sanción.