El Eibar tiene la permanencia a mano. Los armeros, que han vuelto con las pilas cargadas del confinamiento, volvieron a ganar ayer y ya suman 35 puntos, uno o dos menos de los que, según su técnico, José Luis Mendilibar, serán necesarios para obtener la salvación. El triunfo de ayer en Granada (1-2) tiene tres nombres propios: De Blasis, Kike García y Fabián Orellana.

El primero porque marcó un gol de bella factura que abrió el camino a la victoria; el segundo, bregador como el que más, porque supo aprovechar su olfato goleador para poner de nuevo a los armeros por delante; y el tercero, porque en su último partido como armero volvió a demostrar que es el mejor jugador de este Eibar, que echará mucho de menos su velocidad y diabluras en ataque.

El chileno tiene apalabrado su fichaje con el Valladolid, que podrá incorporarlo a sus filas gratis (termina contrato el 30 de junio) esta misma semana, aunque no podrá jugar con los vallisoletanos en lo que resta de temporada. El chileno, la magia armera, se despidió del Eibar con una asistencia en el segundo tanto. Un gol, obra de Kike García, que muestra lo que es este equipo: lucha y oportunismo.

La diana del conquense hizo justicia con lo visto en el terreno de juego. Un Eibar bien plantado que supo aprovechar las ocasiones que tuvo. Primero, mediante Pablo de Blasis. El argentino finalizó con una bellísima vaselina un fenomenal robo de Kike García en el centro del campo. Pase largo del delantero, el Granada a contrapié, y 1-0 para los eibartarras.

El gol armero dio aire al conjunto de Mendilibar que pudo aumentar su ventaja en varias ocasiones, sobre todo en otra de De Blasis ante un acertado Aarón, que sustituía en la portería nazarí a Rui Silva.

El Granada se mostraba incapaz de superar la presión de los eibartarras y tenía muchos problemas para llegar a las inmediaciones de Marko Dmitrovic, que en el primer tiempo sólo tuvo que intervenir tras un cabezazo lejano y flojo de Jesús Vallejo.

El equipo local salió mucho más enchufado tras el descanso y Soldado, que había reemplazado en el intermedio al camerunés Yan Eteki, firmó el empate del Granada con un buen cabezazo en su primera intervención en el choque. Medio gol se le debe atribuir al asistente, Antonio Puertas.

El Eibar reaccionó bien y solo unos minutos después Kike García perdonó el gol al rematar mal cuando estaba en franca posición tras otra gran acción de Orellana.

La fatiga, el calor y la verticalidad en los ataques de ambos equipos provocó que el partido se abriera mucho en la última media hora, con bastante separación en las líneas de los dos conjuntos y llegadas a las dos áreas.

Dmitrovic tuvo que intervenir ante un cabezazo de Antonio Puertas y un fuerte tiro de Fede Vico, pero el que marcó el 1-2 fue el Eibar tras la enésima aparición de Orellana para servir el gol a un Kike García que esta vez no perdonó. El manchego controló un centro de espaldas a la portería, se dio la vuelta y fusiló a Aarón desde el punto de penalti.

Los locales se volcaron en los últimos minutos en busca, al menos, del empate, lo que provocó que el Eibar pudiera sentenciar el duelo a la contra en una clara ocasión de De Blasis, que no pudo superar a Aarón.

El Granada, ya en el tiempo añadido, tuvo el empate en las botas de Carlos Fernández, que se topó en dos acciones diferentes con Dmitrovic, y en la cabeza de Yangel Herrera, que mandó el balón fuera. Los locales erraron sus últimas oportunidades y el Eibar logró encadenar su segunda victoria consecutiva y selló un triunfo que, a falta de seis jornadas para el final de la liga, prácticamente le asegura su continuidad en Primera. Sentenciar la salvación matemática parece tan solo cuestión de tiempo para un equipo que ha desmentido los peores augurios y que ha vuelto a competir como en su mejor momento de la temporada.