Pamplona - El presidente de Osasuna, Luis Sabalza, y el exsecretario de la junta directiva Pedro Baile ratificaron ayer la salida sin justificar de 2,4 millones de euros de las cuentas del club y negaron haber denunciado amaños de partidos.

Ambos coincidieron en este punto durante su declaración como testigos en el juicio contra seis exdirectivos de Osasuna, tres exjugadores del Betis y dos agentes inmobiliarios acusados de delitos de apropiación indebida, societarios, falsedad en documento mercantil, falsificación de las cuentas anuales y corrupción deportiva por el supuesto amaño de partidos.

A su entrada en la junta, se estaba realizando una auditoría a petición del Consejo Superior de Deportes que dedujo que había una salida de 900.000 euros correspondientes a un recibí a dos agentes inmobiliarios y otra de 1,4 millones a la mercantil Flefield que, según indicó Sabalza, "no estaban debidamente identificados", por lo que entendieron que "podría ser un posible delito".

Además, Baile aseguró que, cuando entraron a formar parte de la junta, "el despacho del presidente estaba lleno de archivadores con carpetas, pero todas vacías" y dijo que la situación era "lamentable".

En cuanto al proceso para la extracción de dinero de las cuentas del club, indicó que es necesaria la firma de dos personas, aunque mostraron su desconocimiento de si esto siempre ha sido así.

En este sentido, comentaron que no se hizo ninguna reclamación a La Caixa por la extracción de grandes cantidades con la única firma del exgerente del club, Ángel Vizcay, si bien Baile señaló que sí se planteó esta opción en la junta.

También declararon como testigos varios agentes implicados en la investigación, entre ellos el jefe de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional, que estimó que las llamadas registradas por varios teléfonos y su geolocalización, así como la salida de dinero, respaldan la teoría de que se pagó por el amaño de partidos.

La Policía cree que uno de los móviles es del exjugador del Betis Xabi Torres por la geolocalización del dispositivo en el entorno de su vivienda y su movimiento durante las vacaciones del futbolista y en el momento en el que se produjo uno de los pagos.

Otro agente reconoció que no comprobaron si en la zona en la que vivía Torres residían otros jugadores del Betis. - Efe