Filippo Baroncini abrazó el Mundial sub’23 en dos tiempos. Por si acaso. Nunca se sabe. Después de atacar a falta de cinco kilómetros y varias miradas atrás pudo gritar su alegría y lucir el maillot arcoíris desde lo más alto del podio. La vida es multicolor. Antes de que sonara el himno de Italia, a un palmo de la meta, tuvo que girar el cuello para situar a sus perseguidores, que se apuraban en su búsqueda. Baroncini se sentía ganador y quiso festejarlo para el teleobjetivo. A distancia. El italiano levantó los brazos por primera vez. Entonces sintió el escalofrío de una derrota y se agarró otra vez al manillar. Agachó la cabeza y se aseguró que era imposible de que le dejaran sin alegría. No se fiaba después de adelantar el descorche apenas un puñado de metros antes. Cuando supo que era el nuevo campeón del Mundo sub’23 se agarró la cabeza, incrédulo por su estupendo logro. El pasmo no solo lo invocó el gesticulante Baroncini.

A su espalda, entre el grupo que soportó el alto voltaje de la carrera, se impuso el eritreo Biniam Girmay, que logró la plata. Una gesta histórica para África. Olav Kooij, de la poderosa selección neerlandesa, del país de las bicicletas, no pudo sostener el impulso de Girmay. África en el podio del Mundial donde se tasan los ciclistas del futuro. Nunca antes había ocurrido. El Mundial de 2025 se disputará en Rwanda. Será la primera vez que el evento se celebre en el continente africano. Girmay adelantó el hito con una plata histórica en una prueba que dominaron los italianos, que situaron a tres de su corredores entre los siete primeros de un Mundial en el que los ciclistas estatales no dejaron huella.

HAGENES, ORO JÚNIOR

El noruego Per Strand Hagenes no falló y se colgó el oro tras alcanzar la meta de Leuven en solitario en la prueba júnior del Mundial de Flandes. El noruego, que practicó esquí de fondo antes de subirse al ciclismo, aventajó en 19 segundos al francés Grégoire y en 24 al estonio Mihkels, el más rápido entre el reducido pelotón que optó por la medalla de bronce. Hagenes, feroz, se subió al arcoíris rugiendo. El joven noruego de 18 años correrá en el Jumbo que lidera Roglic, que al igual que Hagenes también se dedicó en su juventud al esquí, aunque en su caso optó por los saltos de esquí desde el trampolín.