- El neerlandés Mathieu van der Poel logró ayer su cuarto título mundial -tercero consecutivo- de ciclocross, al imponerse en la ciudad belga de Ostende por delante de dos de los héroes locales: Wout van Aert y Toon Aerts.

Van der Poel, neerlandés nacido en Amberes (Bélgica) hace 26 años, nieto de Raymond Poulidor e hijo de también un campeón de mundo de ciclocross (Adrie van der Poel), ganó con autoridad su cuarto oro mundialista y lo hizo con 37 segundos de ventaja sobre su gran adversario, Wout van Aert -campeón en 2016, 2017 y 2018-, y con 1:24 minutos sobre Toon Aerts, que completó el podio por tercer año seguido. Van der Poel, que incluso sufrió una caída en la segunda de las ocho vueltas, impuso su poder en la zona de arena en la playa de Ostende del duro y complicado circuito para ganar con suficiencia su cuarta corona.

Un británico, Thomas Pidcock, logró acabar cuarto, a trece segundos del podio, al colarse entre una legión de seis de los nueve belgas inscritos.

En cuanto a la representación estatal, Felipe Orts acabó en la vigésima sexta plaza, a 6:24. Kevin Suárez fue vigésimo noveno, a 6:44; e Ismael Esteban, trigésimo primero, a 6:53.

En la prueba femenina sub-23, doblete de las neerlandesas Fem van Empel y Aniel van Alphen y con la húngara Blanka vas Kata en el tercer puesto.

El domingo neerlandés en Ostende fue total, con el oro en las cuatro carreras disputadas y un total de ocho de las doce medallas puestas en juego.