VILLA DE ARANDA Luis de Vega; Nicolás López (3), Enrique Calvo (3), Víctor Megías (1), Javier García (6), Matheus de Novais (7) y Julen Elustondo (2) -equipo inicial- Víctor Calleja (ps), Julián Souto (2), Guilherme Costa, Zeljko Sukic (2), Juan Linares, Alberto González (1), Miguel Llorens, Gonzalo Cunha y Alejandro Pombo.

BIDASOA IRUN Xoan Ledo; Iñaki Cavero (4, 1p), Mikel Zabala (2), Dan Racotea (3), Rodrigo Salinas (6, 1p), Tom Tesoriere (2, 1p) y Matheus da Silva -equipo inicial- J.M. Sierra (ps), Julen Aginagalde (3), Jon Azkue (5), Iker Serrano (3), Adrian Crowley (2), Nico Bonanno y Tao Gey (1).

Parciales 2-2, 4-3, 7-7, 10-9, 11-13, 14-15 (descanso) 16-19, 20-21, 21-23, 22-25, 24-30, 27-31.

Árbitros Martín Soria (C. Valenciano) y Monjo Ortega (C. Madrileño). Exclusiones locales de Sukic, Llorens (2); y Bonanno, Iker Serrano y Tesoriere, por los visitantes.

Incidencias Pabellón Príncipe de Asturias, con presencia de animoso público que despidió a su equipo con una ovación pese a perder la categoría.

El Bidasoa sacó adelante un partido que no era fácil. El Villa de Aranda se jugaba el ser o no ser, es decir, o ganaba el encuentro o perdía la categoría. Evidentemente, no se desciende por la derrota de ayer, sino por los resultados acumulados a lo largo del ejercicio. Sucede también que, al poder acceder espectadores a la grada, el ambiente cambia mucho y la presión aumenta, tanto para los árbitros como para los jugadores. A los irundarras, más allá de los agravios comparativos, se les debió hacer raro competir con ruido de fondo, natural y no artificial. Artaleku sigue siendo un pabellón de la liga Asobal al que no entra nadie.

Digamos pronto que los de Jacobo Cuétara no brillaron y que solo en el tramo final de la contienda se parecieron bastante al equipo sólido y solvente que se mantiene en la segunda posición de la tabla y que se acerca al subcampeonato. Acumuló muchos errores, sumó 17 pérdidas de balón y no terminó de encontrarse cómodo. Muy justitos, pudiera ser una afirmación que reflejara la línea de conducta ante los arandinos. Al equipo de casa poco, o nada, se le puede reprochar. Peleó con sus argumentos hasta el último balón y mantuvo el pulso a los bidasotarras prácticamente a lo largo de todos los minutos de juego.

Curiosamente, cuando el técnico local Alberto Suárez solicitó un tiempo muerto (21-24), fue el momento para que el Bidasoa se distanciase de forma definitiva. Un parcial de 2-5 para los de Artaleku permitió abrir una brecha definitiva (23-29, 24-30) con poco tiempo por disputar. Fueron minutos de lucidez en los que quizás el esfuerzo de los burgaleses les pasó factura, en la misma medida que las tablas y capacidad del Bidasoa marcaba la diferencia. Los tantos de Crowley, Salinas, Serrano y Azkue aclararon en ese momento el panorama y aseguraron que los puntos subieran al autobús de regreso.

El partido fue muy competido, más allá de los errores y la calidad del juego. Los de Artaleku no terminaban de cerrar la zona de acceso al pivote Javier García, ni tampoco parar al brasileño Matheus de Novais, una pesadilla para la que apenas hubo respuestas. A base de darle vueltas al asunto, el técnico irundarra renunció al 6-0 defensivo, para adelantar la posición del avanzado (Zabala o Crowley) con el objetivo de dificultar la circulación de la pelota. Villa de Aranda no se complicó mucho la vida. Seguía defendiendo con uñas y dientes su suerte y en cuanto podía salía al contraataque o fintaba en zona de seis metros. Así se entiende que hasta nueve jugadores locales lograran percutir en la meta de Xoan Ledo. Incluyendo entre ellos al debutante Alberto González Ayala, un extremo que festejó su gol con el técnico, sus compañeros y los aficionados que premiaron con aplausos su atrevimiento.

El Bidasoa mejoró sus prestaciones en el segundo tiempo, en la misma medida que Rodrigo Salinas soltaba brazo, junto a Azkue, Serrano, Racotea y Cavero, el extremo al que la ausencia del operado Kauldi Odriozola le está permitiendo demostrar el jugador que lleva dentro. Esa es también una buena noticia pensando en futuro. Se supone que dispondrá de una oferta de renovación, porque se la está ganando después de un curso muy complicado por la pandemia.

A falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato, los amarillos (ayer azules) tienen en su mano el objetivo. No le sobran las fuerzas, pero le debe bastar con las diferencias con las que a esta hora se mantiene en la segunda posición. Como se han aplazado varios partidos de algunos directos rivales, hasta que no se jueguen toca esperar. Igualmente, cruzar los dedos para que las lesiones no aparezcan en el inmediato horizonte. Pese a que se desplazó hasta Aranda, Sergio de la Salud no pudo ayudar a sus compañeros, porque sigue sin superar el problema que le ha impedido jugar los últimos compromisos.