BIDASOA IRUN Xoan Ledo; Cavero (1), Julen Aginagalde (2), Racotea (1), Bonanno (1), Zabala (1) Tesoriere -equipo inicial- J.M. Sierra (ps), Crowley (2), Iker Serrano (3), De la Salud (7,2p), Azkue (5,1p), Rodrigo Salinas (7,2p) , Matheus (1), y Gorka Nieto.

RECOLETAS ATLÉTICO VALLADOLID Carlos Calle; Nico López (1), Ander Ugarte (4), Dani Pérez (2), Adrián Fernández (2), Jorge Serrano (5), Miguel Martínez (4) -equipo inicial- César Pérez (ps), Diego Camino (1), Nico García, Artur Patrianova, Álvaro Martínez, Roberto Pérez (1), Miguel Camino (3), Víctor Rodríguez (1) y Manu García.

Parciales 3-2, 5-5, 8-7, 13-9, 14-12, 17-14 (descanso), 19-15, 21-16, 23-16, 27-20, 29-23, y 31-24.

Árbitros Rodríguez Estévez y Rosendo López (Comité gallego). Exclusiones de Iker Serrano.

Incidencias Partido jugado en el Polideportivo Artaleku, a puerta cerrada.

- El Bidasoa suma dos puntos más y una jornada menos para concluir el campeonato en la posición que defiende desde hace semanas. Los irundarras siguen segundos y al triunfo conseguido ante el Recoletas Valladolid (31-24) se suma la derrota en Cuenca del perseguidor más directo, Bada Huesca, por lo que el colchón de los entrenados por Jacobo Cuétara es de tres puntos de ventaja.

Normalmente, los encuentros entre guipuzcoanos y pucelanos suelen ser muy igualados, exigentes e inciertos en cuanto al vencedor final se refiere. El primer tiempo del partido respondió a esa tradición, porque los de Pisonero se mostraban sólidos y compactos en defensa, dificultando las acciones ofensivas de los locales y lanzándose al contraataque con eficacia. El Bidasoa no pudo parar esa verticalidad y con dos tantos seguidos de Iker Serrano y Sergio de la Salud alcanzó la máxima ventaja antes del descanso (17-14). Los de Artaleku llegaron a disponer con anterioridad de cuatro goles de diferencia (13-9), pero el Recoletas aprovechó la exclusión de Iker Serrano y los tantos de Ander Ugarte para volver a un partido muy equilibrado (15-14) dejando las espadas en alto para el segundo tiempo.

Parecía claro que, si los bidasotarras mejoraban en defensa tras el descanso, las cosas podían cambiar a mejor. Sin salirse del 6-0, el paso al frente significó un cambio de tendencia, con el añadido de las paradas de Xoan Ledo que le detuvo varios "mano a mano" a Adrián Fernández. Esa progresión se notó pronto en el marcador. El entrenador visitante, David Pisonero, solicitó dos tiempos muertos. El último, cuando la ventaja local era de siete goles (27-20) y el partido estaba prácticamente sentenciado.

Quizás porque después de un primer tiempo tan bien jugado, portándose como un equipo homogéneo y sin fisuras, en el segundo la acumulación de errores fue una constante en los castellanos. Mucha pérdida de balón, mala selección de tiro, errores en la circulación en los ataques cortos, cuando no les quedaba más remedio que arriesgar. De eso se aprovechó bien el Bidasoa, porque a la solidez defensiva, añadió el efectivo ataque de la primera línea en la que, de nuevo, Sergio de la Salud, Azkue y Rodrigo Salinas fueron decisivos. El trabajo de los pivotes, a veces desdoblados, junto a algunas terminaciones en los extremos, abrieron una grieta decisiva.

Pese a lo que pudiera intuirse al descanso, el segundo tiempo fue mucho más cómodo y el triunfo más fácil. A falta de un cuarto de hora (30-23) el pescado estaba vendido. Esa diferencia de siete goles se mantuvo hasta el final. Recoletas Valladolid echó por tierra todo el trabajo anterior y no supo aprovechar ni siquiera el momento en que se quedó con dos más tras las exclusiones seguidas de Cavero y Racotea.

El Bidasoa, con la baja de Kauldi Odriozola incluida, sacó adelante el partido. Dos puntos vitales antes del trámite de pasado mañana, martes y trece, día en que los irundarras visitan el Palau para medirse al Barça en eso que conocemos todos como misión imposible. Lo más importante de ese encuentro es que no pase factura en forma de lesiones y la plantilla pueda afrontar en las mejores condiciones el próximo partido ante el Liberbank Cantabria.

Al triunfo conseguido ante el Valladolid por el Bidasoa se suma la derrota en Cuenca de su perseguidor más directo, el Bada Huesca