- Marcelo Nicola se mostró muy ilusionado con la posibilidad de que el Delteco Gipuzkoa Basket pueda ascender a la Liga ACB. “Me encantaría. Es la ilusión con la que vine aquí, a San Sebastián. Las ganas de crecer junto con el proyecto del club. El club bajó el año pasado y queríamos, sin locuras, sin presiones y sin obsesión, pero sí con ambición, ascender”, señaló el entrenador del conjunto donostiarra en una charla que mantuvo con el presidente del Carramimbre Valladolid, Mike Hansen, en un programa de Movistar.

El técnico argentino, eso sí, no está de acuerdo con el dirigente de la formación pucelana, con la que el GBC está empatado a puntos en lo alto de la clasificación de la LEB Oro, puesto que ambos tienen argumentos para justificar que les corresponde la primera posición de la tabla: “No estoy de acuerdo con Mike en lo que dice de que en la clasificación claramente son primeros, ya que han estado primeros durante toda la temporada porque no se ha jugado el partido de vuelta, así que los criterios de clasificación habría que volver a verlos y ver cuáles se aplicarían porque no hay ningún criterio para una situación como la actual”.

“Cualquier cosa que se decida, cualquier cosa que pase va a ser justo o injusto para unos y para otros. Entonces, habrá siempre alguno que proteste, que no esté contento y que se quede con mal sabor de boca porque la decisión final no ha sido la adecuada”, añadió.

Además, Nicola calificó como “complicada la posibilidad de jugar dentro de un mes porque nosotros tenemos siete jugadores en San Sebastián y habría que ver si los cinco que están fuera pueden o no pueden volver, si tienen o no que estar en cuarentena... Es todo relativo y muy complicado”.

Acerca del play-off que se ha propuesto jugar para dirimir los ascensos a la ACB, indicó que “cada uno defiende lo suyo. Todos pueden argumentar que faltaban diez partidos, que algún equipo podía haber ganado los diez y podía llegar a clasificarse primero o segundo para jugar el primer play-off y luego la final four. Hay equipos que argumentan que no quieren seguir jugando porque eso tendría un coste económico muy alto. Cada uno tiene que defender sus intereses”.