Nadie diría que Novak Djokovic pasó hace tres semanas por el quirófano para reparar su menisco dañado. El serbio compareció en la Pista Central del All England Club y despachó su duelo de primera ronda de Wimbledon ante el checo Vit Kopriva, 123º del mundo, en menos de dos horas por 6-1, 6-2 y 6-2. Protegido por una aparatosa rodillera, el tenista de Belgrado no pareció resentirse y realizó gestos de mucha intensidad y dificultad sobre la hierba londinense, donde nunca ha perdido en primera ronda. El próximo rival de Djokovic tampoco debería crearle problemas ya que se trata del escocés Jacob Fearnley, un jugador de 23 años situado en el puesto 277 del ranking mundial que juega su primera Grand Slam. La gran sorpresa del segundo día fue la eliminación de Andrei Rublev, sexto cabeza de serie, que cedió ante el debutante argentino Francisco Comesaña en cuatro sets. El ruso volvió a dejar imágenes que revelan que sigue siendo incapaz de controlar su frustración, lo que le lleva a no explotar su buen tenis. Otro resultado inesperado fue la derrota de Sebastian Korda, vigésimo favorito y que llegaba en buen momento. Pero el estadounidense se encontró con el galo Giovanni Mpetschi-Perricard, un tenista que hace dos años estaba jugando el torneo de Jolaseta y que ayer le colocó 51 saques directos. Mejor les fue a candidatos como Alexander Zverev, Hubert Hurkacz, Alex de Minaur y Stefanos Tsitsipas, que avanzaron sin demasiados problemas a la segunda ronda.
Cae la campeona
En el cuadro femenino, el torneo se quedó sin la última campeona. Marketa Vondrousova cayó en dos sets (6-4 y 6- 2) ante Jessica Bouzas, que admitió haber tenido “las mejores sensaciones de mi carrera”. Ahora a la gallega le espera un duelo fratricida ante la cántabra Cristina Bucsa en busca ambas de llegar por primera vez a tercera ronda en Wimbledon. Iga Swiatek, primera cabeza de serie, debutó sin problemas ante Sofia Kenin, lo mismo que Elena Rybakina, la campeona de hace dos años, ante Elena Ruse y Jessica Paegula ante Ashlyn Krueger.