En su juventud en Kenia, Kelvin Kiptum creció viendo y soñando con las hazañas de Eliud Kipchoge. El pasado domingo en Chicago, el niño superó al maestro y selló el nuevo récord mundial en el Maratón al parar el cronómetro en dos horas y 35 segundos. “Veía entrenar a Eliud y me decía algún día seré como él”.

“Cuando era pequeño veía a Eliud entrenar y me decía, un día, una vez, seré como Eliud. Él fue un ejemplo para nosotros”, aseguró Kiptum, de 23 años, tras hacer historia en su debut en Chicago al rebajar el récord mundial de Kipchoge (dos horas, un minuto y nueve segundos).

Todavía necesitaba asimilar el tamaño de su hazaña y acababa de regresar a su hotel en el centro de Chicago, en la calle Michigan Avenue y a pocos pasos del parque Grant, donde pocos minutos antes había conquistado el segundo major de su carrera tras el de Londres del pasado abril.

“Me siento muy feliz, muy agradecido por poder hacer el récord del mundo aquí en Chicago, es mi mejor tiempo”, dijo Kiptum.

“Me encanta la ciudad, me encanta la gente, me apoyaron mucho durante el recorrido y esto me hace muy feliz”, agregó el nuevo dueño del récord mundial.

Desde que cruzara la línea de meta, Kiptum estuvo en el centro de los focos y tuvo largas sesiones de foto y de declaraciones a las televisiones en la zona de llegada.

Dejó boquiabiertos a los aficionados con una actuación dominante en la Ciudad del Viento y aprovechó de la mejor manera las ideales condiciones climáticas, con nueve grados de temperatura y cielo nublado en el momento del arranque de la prueba. Pero fue su ritmo asombroso en los últimos siete kilómetros lo que le permitió llegar a la línea de meta con los brazos al cielo.

Y es que Kiptum llegaba a Chicago como favorito para arrebatar el trono a su compatriota Benson Kipruto, campeón en 2022, pero también con la presión externa por sellar una nueva gran marca, después de que en Londres se quedara a 16 segundos del récord de Kipchoge.

Siempre muy calmado, silencioso y pensativo, Kiptum negó que el próximo objetivo sea romper la barrera de las dos horas en un maratón, pero sí reconoció que sueña con competir en los Juegos de París 2024.

“Es mi sueño, siempre soñé con competir en los Juegos y espero tener la oportunidad de representar a mi país”, aseguró.

Con su magnífico triunfo en Chicago, Kiptum se embolsó un cheque de 100.000 dólares por la victoria y otro de 50.000 por lograr el récord de la carrera.

“Kenia, mi país, me siento muy feliz por hacer el récord del mundo aquí en Chicago”, concluyó Kiptum, con un mensaje hacia su país.

El nuevo rey del maratón se tomará ahora unos días de descanso y regresará a Kenia antes de reanudar la preparación para los próximos objetivos de su temporada.