Enrique Cifuentes atiende la llamada de NOTICIASDE GIPUZKOA justo 24 horas después de que el Boulevard recuperara la normalidad este domingo. Castigado por un catarro que atribuye al bajón de tensión posterior a semanas de mucho trabajo, el presidente del Club Deportivo Fortuna hace un primer balance de la 57ª edición de la Behobia-San Sebastián, aunque se apresura a aclarar que las conclusiones definitivas no se establecerán hasta dentro de un tiempo, cuando todas las partes implicadas en la organización y en la logística de la carrera se hayan pronunciado.

¿Qué sensaciones le dejó la jornada?

Pues dos diferentes. Por un lado están las positivas, que afectarían a un balance más o menos general. El buen tiempo no resultó el mejor para correr, pero sí para atraer al público a las cunetas. Hubo muchísima gente viendo la carrera. Y en la meta del Boulevard pudimos asistir, como todos los años, a esas escenas de saltos, besos y abrazos. Los participantes terminaban contentos, y eso siempre suele suponer un buen indicativo.

Pero, por lo que me decía, existen también lecturas menos agradables.

Después de cada edición toca hacer autocrítica, para ver en qué factores nos podemos haber equivocado o en qué facetas existe la opción de mejorar. En este sentido, me quedo con que se dieron muchas atenciones médicas, hasta el punto de que el sistema sanitario desplegado estuvo a punto de saturarse. Es decir, a punto de no poder incurrir en más cuidados. No sé qué pasó, es algo que debemos estudiar. Quizás el sistema sanitario en sí mismo ha encogido últimamente... La explicación podría residir ahí, porque, hace diez años, las cifras máximas que se nos planteaban para la logística de atenciones eran superiores a las que se nos ofrecen actualmente.

¿Qué puede hacer la organización a este respecto?

Actuar con precaución. Y estamos cumpliendo con ello, principalmente mediante la limitación en el número de inscripciones. Hubo años en los que llegamos a poner 35.000 dorsales a la venta. Ahora lo hemos dejado en 30.000, y nos da mucha pena que en torno a 2.000 personas que deseaban correr la Behobia se hayan quedado sin poder disfrutarla, en lista de espera. Pero la reducción del cupo se ha demostrado como la opción más prudente. Y a mi juicio también acertada, visto lo visto. De todos modos, al hilo de este asunto, hay una reflexión que nadie hace.

¿Cuál?

Resulta difícil cuantificar cosas así. Pero, en un día como hoy (este lunes) en el que pueden leerse muchos titulares llamativos sobre corredores de la Behobia atendidos o trasladados a centros hospitalarios, no se valora el ahorro que una prueba deportiva como la nuestra puede implicar también para todo el sistema sanitario. Fomentamos la práctica de ejercicio durante meses, y evitamos así que miles de personas se queden en casa comiendo y viendo la tele.

¿Piensan en más aspectos mejorables?

Hombre... Tomando únicamente como referencia algunas imágenes que he visto y quejas que me llegan de participantes, tengo la sensación de que este año bajado la disponibilidad de trenes para llegar hasta Irun. Hay gente que lamenta haber tenido que esperar 40 minutos adicionales respecto a lo previsto para poder coger uno. Y dentro de los propios trenes se han dado aglomeraciones muy importantes. Eso sí, en las fotos se aprecia que la gran mayoría de los usuarios llevaba puesta la mascarilla preceptiva.

¿Qué balance deportivo hace de la primera edición ‘post Adidas’?

Bueno, Luanvi es el nuevo patrocinador, pero a efectos de élite tampoco ha cambiado la tónica. Ganó Nan Oliveras como en su día lo hicieron Chema Martínez, Diego García o Carles Castillejo... Me refiero a que, salvando las distancias entre unos y otros, el público agradece que se lleven la Behobia atletas conocidos del entorno, y no tanto estrellas que puedan venir desde el otro lado del mundo para arrasar y no encontrar rival.

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA FECHA DE LA CARRERA

Durante la entrevista, a la hora de referirse a las atenciones médicas del domingo, Cifuentes asegura que fue “una edición excepcional”, debido a las altas temperaturas entrado ya el mes de noviembre. Enseguida subraya, sin embargo, que días como el de la última edición “cada vez resultan más frecuentes” a estas alturas del año. Cita un posible cambio de fecha (retrasando la prueba en el calendario) como posible solución, aunque preguntado al respecto puntualiza que tal posibilidad responde únicamente a un comentario en voz alta. “Se trató de una reflexión exclusivamente mía, el domingo en el Boulevard. No es algo que tenga carácter oficial ni que hayamos puesto sobre la mesa. Solo dije que a lo mejor hay que pensar algo”.

De cara al año que viene, y en cuanto a posibles novedades, todo queda pendiente de las reuniones que la organización mantendrá, a modo de balance, durante las próximas semanas. “Pero sí te puedo adelantar que una noticia no se va a dar en ningún caso: no vamos a subir el cupo de participantes. Descarto incrementos en este sentido, pese a la pena que nos da crear lista de espera”, finaliza Cifuentes.