Una tabla de surf, un remo y ¡ale-hop!, a cabalgar de pie sobre las olas. No hace falta mucho más para la práctica del Stand Up Paddle Surf (SUP en sus siglas en inglés) o paddle surf, un deporte acuático que cada vez arrastra a más gente por su relativa sencillez y porque se le atribuyen una serie de ventajas y beneficios. Con esta actividad al aire libre mejoramos el equilibrio y la coordinación en general; fortalecemos toda la musculatura, brazos y torso; nos aporta grandes dosis de energía; no corremos grandes riesgos físicos, el impacto es mínimo; liberamos endorfinas y nos sentimos relajados y satisfechos; tonificamos muchos músculos de nuestro cuerpo; se puede realizar de manera individual y cuando queremos; y, por si fuera poco, resulta muy agradable y divertido. Todo son ventajas. 

Se puede practicar en mar abierto, ríos y lagos. Este verano la estampa ha sido muy habitual en muchos puntos de la geografía vasca: aficionados de todas las edades pasando un rato agradable subidos a sus tablas de surf y ayudándose de los remos para poder avanzar sobre el agua. El paddle surf vive una pequeña edad de oro. Recientemente, la selección española de Stand Up Paddle (SUP) se ha proclamado subcampeona de Europa en la Euro SUP 2022 celebrado en Dinamarca en la categoría de la carrera por relevos o Team Relay. Estas son las claves principales de uno de los deportes de moda.  

Practicando paddle surf en la costa vizcaína.

Practicando paddle surf en la costa vizcaína. Cedidas

Los chicos de la playa 

Hay un consenso generalizado en el origen y los antecedentes del deporte. Se trataría de una forma de deslizamiento que hunde sus raíces en los pueblos polinésicos, una agrupación de cientos de islas que se encuentran en el Pacífico central y meridional en un triángulo formado por Hawái, Nueva Zelanda y la isla de Pascua. Su epicentro parece estar en las islas hawaianas, aunque hay ciertas teorías que ubican sus comienzos en la época del Perú precolombino

Su nombre en hawaiano es Ku Hoe He’e Nalu. Se traduce como ponerse de pie, remar y surfear; es decir, los tres ejes de esta disciplina acuática. La historia moderna del paddle surf nace en los años 60 del siglo XX de la mano de los 'beach boys'. Estos instructores de la conocida playa hawaiana de Waikiki utilizaban 'longboards' o tablones con unos sencillos remos de canoa para ayudar a los turistas a que aprendieran a surfear. Les daban indicaciones y les avisaban de las series de olas que estaban por llegar, ya que, puestos de pie sobre la tabla, su panorámica era mucho mejor que la del resto. Con el tiempo, se convirtió en una forma de ocio y entretenimiento. Un paseo sobre el agua que ha enganchado a famosos como Will Smith y Shakira.    

El factor diferencial 

Lo segundo que debemos saber es que el paddle surf no es lo mismo que el surf. Son dos modalidades distintas que tienen cosas en común y bastantes diferencias. Las tablas del paddle surf son más grandes y pueden llegar a medir tres metros para dotar a los usuarios de una mayor estabilidad. Nos podemos poner de pie sobre ellas desde el primer momento, algo que en el surf resulta imposible ya que solo nos levantaríamos una vez que la tabla comienza a deslizarse por la pared de agua, justo antes de que rompa la ola. 

Los surfistas noveles suelen asombrarse con el tiempo que pasan remando. La distancia remada es mucho mayor de lo que uno se imagina. No es casualidad que los más avezados surfistas estén en forma, en parte por la cantidad de tiempo que pasan tumbados boca abajo sobre la tabla ayudándose de los brazos para tratar de sincronizarse con la ola. En el paddle surf el remo marca la diferencia. Es la manera de movernos y maniobrar con la tabla. Es más simple, menos costoso

En el surf el objetivo es claro y meridiano: ir a por la ola perfecta. En el paddle surf también se cogen olas, aunque hay quienes prefieren navegar despreocupadamente sobre el mar, el río o un lago. La fuerza del oleaje no es imprescindible. En resumen, si es tu primera vez practicando surf terminarás con agujetas donde nunca las habías tenido y habrás experimentado la indescriptible sensación de coger una ola a toda velocidad. El paddle surf es una versión al ralentí y para todos los públicos de una sesión de surf.

Aletza Sánchez preparando una tabla. Cedidas

¿Qué tabla elijo?

No todas las tablas de paddle surf son iguales. Marcos Melian es experto en turismo y surf, lo que le llevó en 2012 a poner en marcha el blog Surfeamos, uno de los referentes del sector. Las últimas entradas en la página nos dan varias pistas sobre los tipos de tablas que existen y cuáles son los remos más adecuados para la disciplina. 

Antes de nada, se deben tener en cuenta algunos aspectos físicos como el peso, la altura y la experiencia y dónde vamos a practicar este deporte. Marcos enumera cuatro tipos de tablas en función del uso que le vayamos a dar. La tabla para travesía ocasional o polivalente es la más grande y estable, resulta idónea para los principiantes; la tabla de travesía es algo "más rígida"; el modelo de travesía intensa está pensando para "las personas que practican el deporte de manera regular o participan en competiciones"; por último, la tabla para olas es más pequeña y manejable, "garantizan un recorrido fácil, fluido y rápido".

Normalmente, las tablas de paddle surf rígidas están dirigidas a profesionales o niveles avanzados. Son resistentes, y con ellas "puedes alcanzar el máximo rendimiento y aprovechar las mejores olas", señala Marcos. En cambio, las tablas hinchables son menos resistentes y requieren de una bomba de aire para llenarlas de aire; por sus características, resultan "más fáciles de almacenar y trasladar" y son las que normalmente utilizan los turistas y mochileros. Los precios oscilan normalmente entre los 200 y los 800 euros y en muchos casos incluyen mochilas acolchadas para almacenar el material.

El equilibrio es la base. Pexels

Tipos de remo

En términos generales, y siguiendo las indicaciones del blog Surfeamos, el remo debería ser al menos 15 centímetros más largo que la estatura de la persona que practica esta disciplina. Los principiantes se manejan mejor con remos largos, mientras que en las competiciones deportivas los tamaños son más reducidos. Marcos Melian distingue tres tipos de remo dependiendo de la modalidad: para olas (debe superar los 20 centímetros), para competiciones (tendrá entre 25 y 35 centímetros más con el objetivo de abarcar más distancia en menos tiempo) y para paseos y travesías (18-28 centímetros adicionales).

El material es otro factor a tener en cuenta y "es igual de importante que su longitud, debido a que su peso y resistencia será diferente y afectará tu desplazamiento definitivamente". En el mercado se pueden encontrar remos de carbono (ligeros y fáciles de transportar); de aluminio (resistentes y estables, ideal para debutantes); de plástico (para niños); de fibra de vidrio (pesados y modernos); y de kevlar, más costosos pero con un hierro muy ligero que dura años. Además, los remos pueden ser fijos y ajustables. Los primeros tienen las tallas definidas y no están sujetas a variación; los segundos son las más adecuados a la hora de iniciarse en el paddle surf.

Los otros 'Beach Boys'

Un pequeño recordatorio musical, un poco de literatura y el surf como telón de fondo. Los Beach Boys también fueron aquellos muchachos guapos y repeinados que, con Brian Wilson a la cabeza, cantaban como los ángeles en los dorados años 60. Al principio, sus temas eran sencillos himnos pop que dedicaban a las chicas californianas ('California Girls'). Su imagen causó furor y demostraron al mundo que el surf era más que un deporte, un modo de vida y una especie de filosofía escapista que marcaba el camino a la felicidad

Luego oyeron a los Beatles de 'Rubber Soul' (1965) y decidieron que podían seguir surfeando una ola mientras sus inmaculados coros se preparaban para un salto cualitativo sin precedentes. El disco 'Pet Sounds' (1966) es la sublimación de la música surf, una obra de arte que aparentaba sencillez y la misma fórmula para adolescentes de siempre; sin embargo, escondía un trabajo de artesanía ideado por Wilson que dejó boquiabiertos a todos, incluidos a los propios miembros de los Beatles.

Los componentes de Beach Boys. Getty

El álbum fue la cumbre artística de la banda y también el principio de su perdición: Brian Wilson nunca más volvió a ser el mismo. Había perdido la cabeza en su obsesión por alcanzar la perfección y pasó décadas tratando de superar su obra maestra con el álbum 'Smile', que vio la luz más de tres décadas después. La felicidad no era tal y como la había pintado en las canciones de surf, sol y chicas.

El escritor William Finnegan, periodista del New Yorker, se llevó el Premio Pulitzer de biografía en 2016 por el libro 'Años Salvajes', de Libros del Asteroide. La obra sorprendió por su honestidad y un contenido sin pelos en la lengua. Básicamente, Finnegan cuenta su vida sobre una tabla de surf, con todos los subidones y bajones que conlleva la práctica de un deporte que te aboca a una vida de trotamundos. Las metáforas en el libro son tan potentes y reales como la vida misma. Hay momentos de gracia y de oscuridad. Que se lo pregunten a Brian Wilson, que entró en barrena abrumado por sus inseguridades y conflictos internos.

El surf es un universo complejo. La felicidad no se alcanza así como así. Este es un extracto de 'Años Salvajes': "Las olas eran el campo de juego, pero también la finalidad, la meta. El objeto de tus deseos y de tu adoración más profunda. Y al mismo tiempo eran tu adversario, tu némesis, incluso tu enemigo mortal. El surf era tu refugio, tu escondite feliz, pero también era un entorno hostil, y un mundo indiferente y siempre dinámico".