“En la última semana me he encontrado a gusto con la derecha, la verdad”, reflexiona José Javier Zabaleta. A su espalda, el frontón Municipal de Huércanos y un hatajo de escombros, los que provenían de un encuentro, el que cerraba este miércoles la segunda jornada del Masters CaixaBank, que había reventado su diestra: llena de quilates, llena de dinamita, llena de elegancia. En su mano, el universo. A partir del 7-8, una explosión: ¡boom! Su primer tanto fue un grandísimo pelotazo atrás (7-9). Después, llegaron otros seis más. Labor de zaguero, números de delantero: siete tantos, dos errores. ¡Quién da más! ¡Todo al azul! ¡Que alguien lo pare! Da miedo. Terror Zabaleta.
Su segunda mitad de partido fue tremenda. El de Sakana volvió loco a Julen Martija, inerme en medio de la tormenta. Bailó con la más fea en un escenario de destrucción total. Zabaleta aplicó la tierra quemada: encontró altura, aplicó potencia y el encuentro se diluyó como arena entre los dedos. Martija se hundió. La solidaridad de Unai Laso al principio quedó en agua de borrajas. Con José Javier en vena, el chaparrón nunca escampa. Se convierte en ventarrón, tempestad y huracán. Una fuerza de la naturaleza. Este miércoles se destapó con otra de esas actuaciones que bien valen una entrada. Increíble.
Laso-Martija 15
Jaka-Zabaleta 22
Duración: 58:38 minutos de juego.
Saques: 2 de Laso (tantos 5 y 12) y 1 de Jaka (tanto 6).
Faltas de saque: 1 de Laso.
Pelotazos: 450 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 5 de Laso, 2 de Martija, 8 de Jaka y 7 de Zabaleta.
Errores: 4 de Laso, 1 de Martija, 4 de Jaka y 2 de Zabaleta.
Marcador: 0-3, 2-3, 2-6, 6-6, 7-6, 7-7, 7-10, 9-10, 9-11, 10-11, 10-16, 14-16, 14-21, 15-21 y 15-22.
Apuestas: No hubo corredores.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final del Masters CaixaBank de la LEP.M disputado en el frontón Municipal de Huércanos. 275 espectadores.
Con todo, su dominio imperial en la segunda mitad indica de nuevo el crecimiento del etxarrendarra. Hace un par de semanas, en el cocedero de Barakaldo, sacó a relucir varios pelotazos brillantes, lo que se le exige dado su estatus, pero aludía a que le faltaba cierta regularidad porque venía de unos meses con pocos entrenamientos por una lesión. Pues bien, el sábado en Errenteria estuvo fino, el martes en Ordizia provocó que los espectadores situados en el rebote se tuvieran que apartar en varias ocasiones y este miércoles, en Huércanos, rompió la baraja. Explosivo.
Zabaleta entra en erupción
Pero, antes de que el zaguero entrara en erupción, fue Erik Jaka el que cogió el toro por los cuernos. Con el 9-11 en el luminoso se contabilizaba un total de siete tantos en jugada y un saque. Dio lustre al imaginario de su zurda de catálogo: ganchos, dos paredes de volea, voleones como puñales, dejaditas, paradas, carambolas… En definitiva, una delicia. Agresivo en el debate ante un Laso que no estuvo fino, puso la magia en el descorche para después dejar que creciera Zabaleta como un río seco luego de una tromba de agua. ¡Que viene! ¡Que viene! Infernal.
“En la última semana me he encontrado a gusto con la derecha, la verdad”
No se encontraron cómodos Laso y Martija en todo el choque. Vivieron a contrapelo excepto en el 7-6, única diferencia a su favor en el marcador. Lo demás, remar con el viento de cara. Al campeón del Manomanista, en su segundo duelo después del parón por la lesión en el cuádriceps izquierdo, le queda todavía un trecho por recorrer hasta alcanzar su mejor versión: la descarada, la soberbia, la arrebatadora. Eso lo dan las horas de vuelo. Paciencia. Si bien se sacó de la chistera algunos remates mágicos y un rebote con la derecha (2-3), el trabajo le pasó factura.
Los colorados pudieron coser un 2-6 inicial, basado en la inspiración del espectacular Jaka. Aprovecharon un par de chapas del lizartzarra, siempre en el filo de la navaja; un tanto de aire de Laso, un pelotazo arrimado de Martija y un saque (7-6). Fue un espejismo. Un extraordinario dos paredes de Jaka cambió la dinámica. Clavó una parada al txoko para seguir con su carácter espumoso. Y el 7-9 fue el primer tanto con la derecha de Zabaleta. Deflagración. Agarró el mando del partido. Dio un clínic. Jaka, inteligente, vio el panorama y le dejó brillar. Del 10-11 en adelante, el pegador fue el único protagonista.