Xabier Orbegozo -Arria V- se siente preparado para enfrentarse a Eneko OtañoEneko Otaño (Beizama, 1994), que ha sido el tercer clasificado del Aizkolari Txapelketa Nagusia durante los dos últimos. El errezildarra y Otaño se enfrentarán este domingo en la plaza de toros de Azpeitia sobre 20 kanaerdikos, en una apuesta con 5.000 euros en juego (12.00 horas).

Había decidido retirarse de las plazas. ¿Qué le ha llevado a volver?

-Bueno, esta apuesta surgió en enero. Nos sentamos a hablar en el bar Mendizabal y surgió. Eneko Otaño es joven y ha tenido una gran progresión, y en estos momentos es de los mejores aizkolaris que hay. Ha sido tercero -en el Sherpa.ai Aizkolari Txapelketa Nagusia- y en algún campeonato y en alguna exhibición se ha arrimado bastante a Mikel Larrañaga y a Iker Vicente. Está casi ahí arriba. La incógnita será ver hasta donde puedo llegar yo. Los entrenamientos han ido bastante bien, aunque he notado que me cuesta más recuperarme y he tenido que descansar más de lo habitual.

¿Le costó mucho decidirse a volver a disputar una apuesta?

-Sí, porque no tenía ninguna necesidad de volver. Por otro lado, he competido en muchas modalidades, pero yo siempre he sido aizkolari y quería ver a qué nivel puedo estar con esta edad. En los seis meses anteriores había hecho algo para mantenerme, pero nada de hacha. Empecé a cortar de nuevo en enero, suave suave, y he ido bastante bien. Ya noto que no estoy como cuando tenía 30 años, pero creo que tengo un buen nivel. No he competido con nadie y no sé hasta qué punto puedo competir, pero espero hacer un buen trabajo.

¿Qué siente al volver a una plaza?

-Muchas cosas. Tengo una sensación rara. Voy a competir en una apuesta mano a mano contra un aizkolari que está en la elite. Por una parte, pienso que todavía no ando lejos de ellos en este trabajo y que puedo cogerlos. Luego, después de tanto entrenamiento y de tanto sacrificio todo se juega en 40 minutos. Pero cada uno se juega sus cosas. Yo creo que será una apuesta muy interesante.

En su día comentó que quería retirarse compitiendo como aizkolari...

-Sí. Ya he hecho cosas! He hecho apuestas contra algunos de los mejores aizkolaris de todos los tiempos, como Migel Mindegia. Hice la primera con 16 años, en Santesteban, contra Telletxea. Luego estuve sin competir un tiempo por circunstancias de la vida, y volví con 37 años, con una apuesta contra Zaldua, y me medí con Larretxea, con Olasagasti, con Otaegi, con Iker Vicente... También he hecho marcas, como la de 20 kanerdikos y 20 kilómetros, apuestas corriendo y cortando, como la de Kañamares y Jauregi, y luego el pentatlón, pero no tuve tiempo para dedicarme a los campeonatos, porque tuve que hacerlo todo muy rápido. Al no haber podido competir en campeonatos, tengo ganas de ver qué nivel tengo ahora. Surgió esto y pensé ¿Por qué no? Vamos a ver cuánto le puedo apretar. Estoy a tope, me he esforzado mucho, demasiado igual, porque he tenido bajonazos de tanto entrenar. Ahora, lo que hay que hacer hay que hacerlo rápido. Son 40 minutos, y yo ya he podido cortar 20 kanerdikos por debajo de ese tiempo. Creo que ahora mismo no hay ningún aizkolari en activo que haya cortado esa madera por debajo de 40 minutos, y yo sí lo he hecho. En la apuesta de 20 kanerdikos y 20 kilómetros corté en 42 minutos -en 2017-. Si ando en esas marcas puedo ganar la apuesta. A ver si puedo llegar a esos tiempos. La madera también influye, pero ya veremos.

Está claro que la experiencia en las apuestas está de su lado.

-Sí, pero él ha competido mucho últimamente, contra Larrañaga, Vicente, Atutxa y compañía, y yo solo con el hacha he competido muy poco. Sí tengo más experiencia, pero no tengo ese ritmo de competición. Yo confío en mí mismo, y tengo claro que voy a hacer un buen trabajo en la plaza. Si ando en las marcas que tenía hace cuatro o cinco años, creo que puedo ganar, pero esa es la incógnita. He cogido peso, hemos ido a aumentar la potencia. En el último desafío tenía que correr y bajé de peso demasiado, y potencia tenía la justa. Ahora ando en 95 kilos. He cogido mucho músculo. Creo que tengo más potencia que nunca. A ver si puedo aguantar 40 minutos a tope.

Cada uno aporta la mitad de la madera. ¿Cómo va a ser la suya?

-No me gusta hablar de la madera hasta el último día. Es una de las cosas que dan xarma a las apuestas. Hay una diferencia brutal entre llevar madera dura o blanda. Se puede llevar la parte del suelo del árbol, de la punta... Ahí también se ganan y se pierden apuestas.

Comentaba Otaño que 20 kanerdikos es “el trabajo de Arria”, que se le da bien.

-Sí, porque he insistido en este trabajo, no es que sea malo cortando otra madera. Con Olasagasti jugué con doce oinbikos, se me estropearon las manos y perdí la apuesta. La de 20 kanerdikos me parece una apuesta muy bonita, tiene un ritmo más vivo, y se han hecho buenos trabajos.

Ha disputado cuatro apuestas sobre 20 kanerdikos. Ganó a Felix Etxeberria y a Joseba Otaegi y cayó ante Migel Mindegia y Larretxea.

-Exactamente. La apuesta contra Larretxea fue muy dura. Perdí por 56 segundos. Contra Mindegia era muy joven, y con la inexperiencia, los nervios y no saber prepararme me ganó fácil. A Etxeberria le gané con 20 años, y la de Otaegi fue una apuesta muy bonita.

¿Cuál va a ser la clave de la apuesta?

-Querer coger la delantera. Cuando pasen siete u ocho kanaerdikos habrá que ver quién va por delante, si el otro se resigna o no... Hay que ir a muerte y que el otro no se te vaya. Con Larretxea llegué por delante al último tronco y luego terminó él antes que yo. Un nudo te puede retrasar. Igual estás cansado y luego te recuperas. Hay que ir a tope, porque el segundo puesto no vale. En un campeonato un segundo puesto no sabe mal, pero aquí es una derrota.

¿Espera que acuda mucha gente a Azpeitia?

-La apuesta es bonita. Él es de Beizama, yo de Errezil. Él está en el podium de los mejores aizkolaris, yo ya tengo cierta edad. Ya hay alicientes. Espero que la gente vaya y disfrute. Ya se vio con Larrañaga y con Vicente que la apuesta es lo que más tira en los herri kirolak. El desafío y las apuestas son imprescindibles. Cuando nos sentamos a hablar de los herri kirolak siempre hablamos de las apuestas de Luxia, de Latasa... quedan en la memoria.

¿Puede ser el último desafío de Arria V?

-Algún día tendrá que llegar. Que sea lo que tenga que ser. Voy a ver cómo acaba la apuesta. Si veo que no doy la talla será el último, pero si veo que puedo competir con esta gente puede haber alguna otra. No he competido con nadie desde antes de la pandemia, pero me veo con golpe y en casa me veo bien.