na nueva edición de la Behobia está a la vuelta de la esquina. Los participantes preparan los últimos detalles de cara a una edición muy especial. Después de la suspensión del año pasado por una pandemia que continúa sin dar tregua, la clásica de las populares entra en escena con la participación de unos 25.000 atletas. Será una edición particular para todos los que tomen la salida, pero quizá un poquito más para los que han estado en primer línea, combatiendo el virus durante este último año y medio. Es el caso de Goyo Garmendia, Alejandro González y Maialen Díez, sanitarios todos ellos de Policlínica Gipuzkoa, y que tomarán parte mañana en la edición 56ª de la Behobia.

Goyo Garmendia es, de los cuatro, el más experimentado, con 19 ediciones a sus espaldas. De hecho, la participación de un debutante como es Alejandro González se debe fundamentalmente a este urólogo de 53 años. “No dejaba de picarme”, asegura Alejandro, llegado de Madrid hace apenas cinco meses. “Casi todas las semanas me lo recordaba. Él ha estado muy liado, pero siempre había tiempo para preguntarnos por los entrenamientos, para conocer las sensaciones. Nos hemos enseñado, eso sí de manera sana, los kilómetros realizados y ahí surgían las bromas: Estás gordo, lento... Esas cosas”, confiesa esbozando una amplia sonrisa. También ha habido tiempo para los consejos. Dicen que la experiencia es un grado y ahí Goyo tiene un máster. “Ha venido muy motivado. Tiene cuerpo de fondista, no como yo”, se sincera. “Le he dicho que vaya un poquito tranquilo, no para que no me gane. La Behobia es dura, tienes 20 kilómetros, hay cuestas y te puedes dejar llevar un poquito por el ambiente. Empiezas excesivamente rápido y, a veces, incluso puedes llegar a desfondarte”, le advierte a su colega. “Para la edad que tiene y sus facultades, no creo que tenga problema. Que disfrute”, le desea. “Goyo tiene más mérito que yo, es más corpulento, pero hace mucho deporte. A su edad, las palizas que se mete, tiene mérito”, ensalza Alejandro.

“A mí me gusta mucho el deporte popular”, reconoce Goyo. “Es hacer deporte y eso supone un reto que te obliga a mantenerte en forma. Es un estímulo para cuidarte, para mantener el peso, para comer un poco menos”, aporta. No se olvida del “componente social” que tiene la Behobia. “La conexión entre la gente que corre y la que anima es muy especial. Es una gozada porque todo el mundo te apoya. Siempre tienes conocidos a ambos lados de la carretera y eso siempre es muy bonito. Luego se comenta, te vas a comer. Correrla se convierte en una tradición y el entorno casi te empuja a presentarte cada edición”, enfatiza Goyo.

Eso, el ambiente existente, es lo que quieren comprobar in situ tanto Alejandro González como Maialen Díez, que se estrenan. “Me han transmitido un montón de sentimientos. Ya no solo es correr. Es un montón de otras cosas. Me han hablado del ambiente, que es muy bueno desde el principio hasta el final. También del compañerismo. Entre otros corredores y la gente te empujan a hacer la carrera. No paro de ver gente que repite. Y me digo: Esto tiene que ser muy especial”, confiesa el urólogo madrileño. Maialen también tiene ganas de vivir esta carrera por dentro: “Siempre he oído lo del ambiente y estoy a la espera de que me lleven en volandas. Normalmente suelo hacer 15 kilómetros y espero que en esos últimos cinco me lleven ellos”, desea la matrona andoaindarra, “nerviosa” ante la prueba que se le avecina: “He estado entrenando tres, cuatro veces a la semana, pero me he ido de vacaciones hace dos, y espero que eso no repercuta mucho”. Nerviosa, pero también “motivada” porque “siempre había visto a gente alrededor mío que la había hecho y siempre decía: El año que viene me apunto y al final ha caído este año”, enfatiza una deportista en toda regla, ya que también ha jugado a fútbol y acude al gimnasio. Ella disfruta en las distancias largas: “Correr siempre cuesta al principio. Los primeros kilómetros no los disfrutas. Disfrutar a partir de la media hora, cuando haces distancias largas. Por ejemplo, correr por La Concha es una pasada. Irte de vacaciones y correr viendo el amanecer, por la playa. Los diferentes escenarios son los que te ayudan a sentir gusto por correr”, argumenta.

nerviosismo

Las sensaciones de nerviosismo son parecidas en Alejandro y en Maialen porque el de Madrid “nunca” ha corrido una carrera tan larga. “He tenido que cambiar el chip para subir y practicar cuestas. En Madrid corría siempre en llano y hacía otros deportes como fútbol, pero correr así, no lo había hecho hasta ahora”, reconoce. Se ha preparado a conciencia: “Los últimos tres meses sí que he salido tres, cuatro días a la semana, practicando cada vez más distancias, más cuestas y he mejorado bastante”, se alegra. Va con la intención “de disfrutar y terminar” la carrera, aunque sí le gustaría “hacer marca para conseguir un dorsal para otro año y no salir en el grupo más grande”, dejando claro su intención de repetir participación. “Nos estamos estableciendo mi novia y yo por aquí. Ella corre, pero menos. Se vino hace cinco años y yo, cinco meses, pero nuestra intención es quedarnos y si estoy por aquí, repetiré experiencia”, anuncia.

En lo que sí coinciden los tres sanitarios es calificar esta edición de “muy especial” después de la pandemia vivida. “Lo va a ser porque hay muchas ganas de presencialidad. Casi todo en este año ha sido reuniones virtuales, quedadas virtuales, charlas. En nuestro caso, no nos podíamos juntar mucho en el hospital. Estamos bastante cansados y con ganas de sentir la gente y cosas más multitudinarias. La verdad es que tenemos muchas ganas de ello”, reconoce Alejandro. Goyo es de la misma opinión. “Esta edición es más especial si cabe. Sirve más de acicate, los temas de salud nos afectan a todos, te preocupan. A nivel laboral ha sido duro para todos los que estamos ahí, en la pelea. Relacionamos salud con deporte. Sí que tiene un componente especial. A la gente le veo con ganas de disfrutarla”, sostiene. Para Maialen también es “muy especial”. Y lo explica: “Ha sido un año y medio duro para todos, para los sanitarios más incluso. En cuanto hemos podido todos hemos salido a la calle, a correr a hacer deporte”.

“Me han hablado del ambiente, que es muy bueno desde el principio hasta el final”

Urólogo

“Ha sido un año y medio duro para todos, para los sanitarios más incluso”

Matrona

“Correr se convierte en una tradición, y el entorno casi te empuja a presentarte”

Urólogo