Bidasoa dependía, y sigue dependiendo, de sí mismo. Ciertamente, salvo el Granollers con un carro de partidos pendientes por disputar, ningún otro equipo podría desbancarle de la segunda plaza. Los vallesanos recuperarán el miércoles el aplazado contra el Barça, jugarán en Artaleku el fin de semana próximo. Ahí se acabará el campeonato, pero a los de Antonio Rama aún les faltarán dos partidos por disputar (los dos en junio) ante Guadalajara y Ademar. La derrota en Cuenca no es trascendente, porque no cambia casi nada. Sólo el cuadro catalán podría arrebatarle la segunda plaza. Para ello, deberían ganarlo todo. Si el próximo fin de semana, en Artaleku, los guipuzcoanos se imponen serán subcampeones.

Un partido que llega al descanso con diecinueve goles (9-10) expone con claridad la superioridad de las defensas sobre los ataques. Los dos conjuntos cerraron el centro y apostaron por la experiencia de sus porteros. Los porcentajes de efectividad de Leo Maciel y José Manuel Sierra no fueron desdeñables. Superaron ambos el 40% de efectividad. Ataques largos, fortaleza física y paciencia, las tres premisas sobre las que trataron de someter al rival. En ese punto hasta los dos entrenadores usaron un tiempo muerto en análogas circunstancias. Lidio Jiménez (3-5) y Jacobo Cuétara (6-5) llamaron a capítulo a sus jugadores durante un minuto para evitar que el partido se les fuera del control reinante durante el primer periodo.

SOlo hubo un elemento diferenciador. Fue enorme la capacidad de Iñaki Cavero para resolver desde el extremo derecho los balones que le llegaban. Cinco goles de cinco remates suponían la mitad de los tantos del cuadro bidasotarra y la válvula de escape con la que superar el entramado local. Las cosas ni estaban siendo fáciles, ni lo iban a ser tras el descanso. Los irundarras no pudieron contar con Jon Azkue como director del juego. Su forma de jugar y la aportación en el ataque aporta muchas cosas que al equipo le faltaron ayer. La lesión que se produjo en el poplíteo durante el partido ante el Puente Genil le impidió acudir a la cita de El Sargal. Por eso, Sergio de la Salud debió asumir esa responsabilidad, compartida con otros compañeros.

El segundo tiempo no apuntó maneras diferentes. Bidasoa fue gestionando las ventajas mínimas que subían al marcador. La más esperanzadora (13-16) coincidió con otro tiempo muerto de los conquenses. La reacción fue inmediata. Un parcial de 4-0 llevó el encuentro a otro escenario (17-16) que hasta ese momento no se había planteado. Desde el 7-6 del primer periodo, el equipo local no había cobrado ventaja hasta entonces. Fue cuando Jacobo Cuétara congregó a los suyos en torno a la pizarra en la que se dan las explicaciones y se proponen jugadas. Los lanzamientos desde la primera línea (Simonet, Bulzamini y Alves Ponciano) junto a la efectividad del pivote Doldán obligaban a redoblar el esfuerzo defensivo, pero también a tratar de ser efectivos en el área rival.

El minuto no sirvió de mucho porque el Bidasoa encajó un parcial de 4-1 que le sentenciaba. Otra vez, los lanzamientos desde los nueve metros rompieron el equilibrio defensivo irundarra y le llevaron a la derrota, porque en el ataque las cosas se complicaron por acumulación de esfuerzos, falta de claridad y acierto, y por la dificultad de encontrar espacios en un muro pétreo que concede poco. Incarlopsa Cuenca logró que los irundarras marcaran en el segundo tiempo sólo siete goles, uno de ellos de penalti. En el último cuarto de hora el bagaje ofensivo de los amarillos fue muy pobre. Tanto que sólo un gol de Rodrigo Salinas subió al marcador en ese tiempo. El partido se le hizo muy largo al conjunto de Artaleku. El tramo final fue una pesadilla (7-1) y ahí se acabaron las opciones de victoria. Dentro de siete días acaba la liga y esa es la oportunidad de lograr el triunfo necesario para culminar una gran temporada y despedir a unos cuantos jugadores que no defenderán la camiseta amarilla en el próximo ejercicio. Eso sí, será a puerta cerrada.

DATOS DEL PARTIDO

Cuenca 21

Bidasoa 17

INCARLOPSA CUENCA Leo Maciel; Pablo Simonet (4), Pablo Vanstein (1), Lucas Moscariello (2), Alves Ponciano (5), Ignacio Moya (2, 1p), Sergio López (1)- equipo inicial- Doldán (2), Pérez de Hinestrosa, Hugo López, Davide Bulzamini (3), Carlos Fernández, Fede Pizarro (1), Alvaro Martín y Alejandro Taravilla.

BIDASOA IRUN J:M. Sierra; Iñaki Cavero (6, 1p), Dan Racotea (3), Mikel Zabala (2), Julen Aginagalde, Rodrigo Salinas (4), Sergio de la Salud (1) -equipo inicial- Xoan Ledo (ps), Adrián Crowley, Iker Serrano (1), Tom Tesoriere, Matheus da Silva, Nico Bonanno, Gorka Nieto, Tao Gey y Eneko Furundarena.

Parciales 1-1, 2-4, 5-5, 6-6, 7-7, 9-10 (descanso), 10-12, 12-15, 14-16, 17-16, 19-17, 21-17.

Árbitros Rodríguez Estévez y Rosendo López (Comité gallego). Exclusión local de Moscariello (2); Cavero, por los irundarras..

Incidencias Pabellón El Sargal. Homenajes de despedida a varios jugadores que abandonan la entidad local a final de temporada. Animosa presencia de espectadores en las gradas