El silencio de Ipurua condena al Eibar
Primera El equipo armero solo ha ganado dos partidos en el que había sido su fortín
- Las gradas vacías y silenciosas del campo de Ipurua han acabado condenando al descenso al Eibar, que solo ha ganado dos partidos en su feudo en toda la temporada.
Las pequeñas dimensiones de Ipurua propiciaban que el apoyo de la grada sobre los futbolistas locales se pudiera sentir mucho más que en estadios más grandes, lo que convirtió al campo armero en una plaza difícil para todos los equipos durante los siete años en los que los guipuzcoanos se han mantenido en Primera.
Los números son bien claros, los armeros solo han podido ganar dos de los 19 partidos jugados en su campo, con siete empates y nueve derrotas. Las únicas victorias se lograron en enero ante el Granada y ya en el tramo final contra el Alavés. Estos pobres números en Ipurua son una de las claves fundamentales del derrumbe armero, que ya durante el confinamiento tuvo que hacer un esfuerzo considerable para poder salvar la categoría la pasada temporada.
Además de la situación provocada por el covid-19, el Eibar también se ha visto notablemente perjudicado por la planificación de la plantilla durante esta temporada, ya que no ha podido suplir con garantías las importantes bajas a comienzos del curso de Charles Dias, Gonzalo Escalante y Fabián Orellana, que en la anterior campaña dieron muchos goles.
El único fichaje, el del internacional polaco Damian Kadzior, no fue exitoso, ya que acabó cedido a comienzos de este año al fútbol turco.
Y de los jugadores que han llegado cedidos tan solo Bryan Gil, que el domingo logró su cuarto tanto, brilló con luz propia, con algunos destellos de Alejandro Pozo y de Recio, que logró ante el Getafe un tanto que dio vida al Eibar, pero que a la postre no sirvió para nada.
El cuadro azulgrana pierde a su director deportivo, Fran Garagarza, y con la duda de la continuidad de su entrenador en las últimas seis temporadas, José Luis Mendilibar, tendrá que recomponerse por completo en Segunda, si quiere volver con garantías a Primera lo antes posible.
No podrá contar con su guardameta titular Marko Dmitrovic, que busca otros aires y es posible que un jugador franquicia como Kike García, que este año ha marcado doce goles y ha sostenido con vida al equipo hasta la penúltima jornada, reciba ofertas en Primera, que le hagan desistir de continuar.
Si excluimos a los cedidos Recio, Pozo, Gil, Aleix García, o el japonés Yoshinori Muto, que muy posiblemente retornarán a sus clubes de origen, el cambio que se avecina en la plantilla armera es muy importante.
El Consejo de Administración tendrá la difícil misión de acertar con el nuevo cuerpo técnico y con los refuerzos de las numerosas bajas. De su acierto dependerá que el Eibar pueda retornar pronto a Primera.
Sin el apoyo de la afición. Jugar en un Ipurua vacío, que siempre ha sido clave en la marcha del equipo, ha pasado factura al Eibar.
Escasa aportación de las incorporaciones. Solo Bryan Gil ha demostrado todo lo que apuntaba cuando llegó.
2
victorias únicamente ha conseguido el Eibar en la presente temporada, a falta del último partido ante el Barcelona, en Ipurua, el que en las seis campañas anteriores en la máxima categoría había sido su fortín.
7
temporadas ha permanecido el equipo azulgrana en Primera División desde que consiguió su ascenso, por vez primera en su historia, en 2014. En la campaña 2014-15, con Gaizka Garitano como entrenador, con quien ascendió desde Segunda B a la máxima categoría, acabó en puestos de descenso, pero los problemas administrativos del Elche le permitieron continuar en la elite.