- Nasser Al-Attiyah (Toyota) no ceja en su empeño de comprometer a Stéphane Peterhansel (Mini). El catarí se adjudicó ayer la octava etapa, con lo que se ha impuesto en la mitad de las jornadas, además de en el prólogo, y eleva a 40 sus victorias en el Dakar. Tras completar los 334 kilómetros de enlace y 375 de especial desde Sakaka hasta Neom, Al-Attiyah recortó tres minutos de la ventaja de Peterhansel, que resiste en el liderato con 4:50 de margen a falta de cuatro etapas para la conclusión.

La octava etapa fue un duelo entre Carlos Sainz (Mini) y Al-Attiyah que se resolvió favorable para el segundo. El madrileño acabó a 52 segundos del catarí. Para Sainz, que terminó contento, las esperanzas de reeditar la conquista en el rally raid son ya remotas, dado que figura a 38:55 de Monsieur Dakar. "La carrera está reñida y uno no puede bajar la guardia, pues cada minuto importa. No cometer ningún error es prácticamente imposible, pero lo que sí hay que evitar a toda costa son los grandes errores", expresó Peterhansel. Al-Attiyah, por su parte, se mostró guerrero. "No será fácil, pero lo seguiremos intentando cada día", declaró el catarí.

En la categoría de motos, José Ignacio Cornejo (Honda) amplió su renta al frente de la general con su triunfo de etapa. El chileno amaneció con solo un segundo de ventaja y se acostó con 1:06 sobre Toby Price (KTM). Joan Barreda (Honda), por su parte, cedió más de cinco minutos y ya se aleja a 16:05 de Cornejo. Xavier de Soultrait, que ocupaba la cuarta posición global y llegó a ser líder días atrás, sufrió un fuerte accidente y fue evacuado al hospital. El francés, que no perdió el conocimiento, quedó pendiente de los exámenes médicos.

En clásicos, el bilbaino Ignacio Corcuera, Livingstone, fue penúltimo, y en la general defiende la 21ª plaza de los 24 vehículos que participan.

La novena etapa, con 109 kilómetros de enlace y 465 de especial es un bucle en Neom. Las pistas rápidas y arenosas hacen que sea una de las más exigentes del Dakar.

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