Madrid - "El mayor reto de mi carrera". Así ha definido Fernando Alonso su llegada al Dakar, donde se convertirá este domingo en el primer campeón de la Fórmula 1 que compite en el rally más duro del mundo, una disciplina nueva para él.
En su afán por ser cada día un piloto más completo y versátil, Alonso desafiará sus capacidades en el mayor rally fuera de pista, cuya repercusión solo se ve superada precisamente por la Fórmula 1, en la que el asturiano fue campeón en 2005 y 2006.
Hasta una veintena de pilotos que pasaron por la F1 se aventuraron después en el Dakar, la "Fórmula 1 de los rallys", pero ninguno lo hizo con la etiqueta de campeón como Alonso. Y solo dos de ellos lograron adjudicarse el triunfo en el raid.
El primero exF1 en ganar el Dakar fue el polifacético piloto belga Jacky Ickx, que venció en 1983 y fue segundo en 1986 y 1989. Antes de ello ganó ocho carreras de Fórmula 1 y acumuló una amplia trayectoria por distintas especialidades de los deportes de motor, como está haciendo ahora Alonso.
Ickx también ganó las 24 hora de Le Mans y el Mundial de resistencia, igual que el piloto asturiano ha conseguido este pasado año en su objetivo de triunfar en cualquier especialidad del automovilismo.
Otro piloto que destacó por su polivalencia aunque no logró victorias fue el chileno Eliseo Salazar, que corrió el Dakar en 2009 y 2012, así como también participó en la Fórmula 1, las 500 millas de Indianápolis, las 24 horas de Le Mans y el mundial de rallys, un repóquer de disciplinas donde Alonso ya ha estado en cuatro.
El otro piloto de F1 que también ganó el Dakar fue el francés Jean-Louis Schlesser, que lo hizo por partida doble en 1999 y 2000 con un buggy diseñado por él mismo. Previamente había aparecido en dos carreras de la Fórmula 1 como piloto reserva de la escudería Williams y ahora es el director del Africa Eco Race, el rally heredero del Dakar en África.
Como Schlesser hubo otros diez franceses que también se pasaron de la F1 al Dakar, entre ellos Philippe Alliot y Jacques Laffite, que llegaron a correrlo en 1988 en moto.
El suizo Clay Regazzoni, ganador de cinco carreras de la F1, llegó a competir en el Dakar paralítico y a bordo de un camión, tras haber quedado en silla de ruedas por un accidente en su monoplaza.
Asimismo, el italiano Alessandro Caffi, que tomó parte en 75 grandes premios, corrió el Dakar en 2012 como parte de un proyecto benéfico de recaudación de fondos para la lucha contra la droga y la alcoholemia. Por su parte, el japonés Ukyo Katayama lo hizo en 2007 en un coche que usaba biocombustible.
La expectación generada por la llegada de Alonso al Dakar es solo comparable al concurso en el raid del francés Sébastien Loeb, nueve veces campeón del mundo de rallys, que integró la caravana dakariana de 2016 a 2019, en las que ganó 13 etapas pero sin vencer en la general. "Si Loeb todavía no ha conseguido el Dakar; imagínate yo, que vengo del asfalto. Creo que el objetivo es afrontar el rally como una experiencia enriquecedora para nosotros", reconoció Alonso el pasado viernes antes de partir hacia Arabia.
El asturiano está al alcance de la triple corona del automovilismo. Le falta conquistar las 500 millas de Indianápolis, pues ya tiene por partida doble el GP de Mónaco de Fórmula 1 y las 24 horas de Le Mans. Hasta ahora solo el británico Graham Hill tiene el honor de ese triple éxito.
Si Alonso consigue agregar también a su palmarés el rally Dakar, se consagraría como uno de los pilotos más completos de la historia del automovilismo. - F. Gimeno