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“No descarto que dure 20 años más porque esta regata tiene personalidad”

Iñigo Munilla, junto a su familia, el Ayuntamiento y el Club Náutico de Donostia, presentó ayer la 20ª edición de la Regata Internacional de Vela Vicente Munilla

“No descarto que dure 20 años más porque esta regata tiene personalidad”

donostia - La 20ª edición de la Regata Internacional Ciudad de San Sebastián Memorial Munilla está a la vuelta de la esquina y ya fue presentada oficialmente ayer en el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana. La regata comenzará el sábado a las 12.00 horas si las condiciones son las adecuadas; y entre las 14.00 y las 15.00 horas llegarán los barcos a la bahía de La Concha, según explicó Agustín Zulueta, regatista internacional y uno de los organizadores del evento. En la presentación también estuvo presente Iñigo Munilla, hijo del homenajeado Vicente y fundador y organizador de la regata junto a su hermano Pablo. Se le nota ya desde que nos sentamos en la terraza del Club Náutico de San Sebastián que le apasiona la regata y el homenaje a su padre.

Este año llegan a un número redondo, la edición 20. ¿Qué siente?

-Pues mucha ilusión y orgullo por todo lo que se ha hecho en estos 20 años. Ver todo el proceso realizado desde que se empezó en el año 1999 hasta la fecha. O sea, verdadera ilusión.

¿En qué va a ser especial esta edición?

-Es especial, sobre todo, en enfatizar la figura de nuestro aita. Lo hacemos todos los años, pero, si cabe, este año con más ahínco. Y como especialidad a nivel de regata, van a venir un buen número de barcos, barcos de nivel que han estado compitiendo en otras regatas previas... Va a haber mucho regatista y muchos barcos en la bahía de La Concha.

¿Hasta qué punto se ha convertido en importante esta regata para la ciudad y para los propios regatistas?

-Yo creo que para la ciudad es muy importante porque el origen de esto fue la unión de fuerzas. La unión de la familia, el Club Náutico de San Sebastián y el Ayuntamiento de Donostia. Con lo cual es una regata emblemática en la ciudad.

¿Cómo valora que un homenaje a su padre se haya convertido en algo tan importante y conocido?

-Pues de forma muy positiva. Al final es que su recuerdo, su valía, su dedicación, su apoyo al mundo de la vela en todas las categorías, permanece. Y tenemos un fin de semana muy bonito para recordarle todos los años. Encima se convierte en una regata referente en todo el (mar) Cantábrico, así que mucho mejor.

Pese a la importancia que tiene, no es un deporte mayoritario. ¿Cuesta encontrar aficionados y participantes?

-Cuesta. Porque es un deporte que exige tiempo, exige dedicación, y sobre todo, tripulación. No es como otros deportes más individualistas. Pero, por otra parte, son regatistas y barcos muy fieles. El 80 o 90% de los barcos podría decir que han estado en la mayoría de las ediciones.

Los que prueban la regata suelen repetir, entonces.

-Suelen repetir. Repiten porque se concentra en dos etapas de muy distinto perfil. Y encima tenemos un evento el sábado a la tarde-noche que hace mucho de tractor. Se desarrolla en el Palacio Miramar. Es una singularidad que tiene esta regata.

La edición de este año se divide en dos etapas. ¿Quién parte como favorito?

-La verdad que está muy bonita esta edición porque hay tres barcos que tienen dos Trofeos Sagartxo o dos entorchados. Son el Akelarre, el Sinfony y el Maitena. Pero no podemos descartar a otros tan relevantes como El Gaitero o el Ai Ama. Hay muchos barcos de nivel que se van a acercar. Va a estar emocionante hasta el último momento. El ganador de la primera etapa del sábado, normalmente, no quiere decir que sea el ganador de la clasificación absoluta el domingo.

La fundación Why Not? sigue siendo un pilar fundamental del evento.

-Totalmente. Desde el año 2010, desde la mitad del recorrido de esta regata, es parte del sentido de esta regata. Es generar fondos y recursos para poder ayudar a desestigmatizar las enfermedades mentales, que sea algo normal. Cualquiera puede tener una depresión, un trastorno bipolar, un punto de esquizofrenia, etcétera. Y no hay que esconderlo, hay que normalizarlo. Entonces, hay que dar las gracias a la fundación Why Not?, que llevan ya ocho años realizando una actividad en un txoko que es generar y construir relaciones con distintos talleres que hacen. A su vez, también tienen una radio itinerante que desarrolla un trabajo arduo en trece centros donde hay personas con distintas enfermedades, y les dan voz e ilusión.

Los participantes y aficionados son protagonistas, pero al final la regata debe ser sostenible y para ello necesitan apoyo económico.

-Absolutamente. Es una muy buena pregunta porque al final eso viene otra vez con la unión de fuerzas. Fundamentalmente, las instituciones públicas, Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco, han estado desde los inicios apostando por este proyecto. Luego está la parte privada, donde un buen número de patrocinadores han sido fieles y permanentes en el apoyo a esta regata. Esto hace que la regata sea sostenible a medio-largo plazo y también la ilusión de mantener viva la memoria del aita y que la regata sea emblemática.

¿Cómo ve el proyecto en unos años? ¿Seguirá cogiendo importancia el nombre de Vicente Munilla?

-Sí. Esta regata tiene una gran personalidad. Al final, tiene una impronta por esa unión de Club Náutico de San Sebastián, la familia Munilla, regatistas donostiarras, guipuzcoanos, franceses... Engloba una bonita singularidad. Y con el añadido del evento en el Palacio Miramar, no descarto que haya otros 20 años más, sin querer ser soberbio. Lo digo con humildad, ante todo eso.

¿Un objetivo a corto o largo plazo?

-Yo creo que esta regata puede ser un buen escaparate para pensar en el medio ambiente. Es decir, en todo lo relacionado con el mar y los plásticos. Estamos pensando, gracias a las sugerencias de gente relevante, en poder hacer una campaña, en posteriores ediciones, para sensibilizar y concienciar un poco sobre esta problemática que tenemos de los plásticos en la mar.